"Los médicos no pueden obviar nunca su condición y, por lo tanto, también cuando utilizan las redes sociales están obligados a observar y cumplir las normas del Código de Deontología”. Bajo esta premisa el Consejo de Colegios de Médicos de Catalunya (CCMC) han lanzado un decálogo en el que establecen “recomendaciones” sobre el uso que hace el médico de la libertad de expresión en las redes sociales.
El Colegio alerta de que la inmediatez y la viralidad de los contenidos que se emiten a través de las redes puede incrementar el riesgo de vulneración de algunas normas incluidas en el Código de Deontología “y magnificar sus consecuencias”. Por ello, entre las recomendaciones presentes en el decálogo, se insta a los médicos a evitar comentarios que puedan afectar negativamente el prestigio de la profesión médica.
El decálogo insta a los médicos a no dar consejo directo a los pacientes mediante las redes puesto que “la información que se difunde no es equiparable a una consulta médica”
Ello incluye, incluso, tener en cuenta que las críticas a una institución sanitaria, “aunque puedan ser legítimas, pueden perjudicar también las personas que son tratadas y confían”. El decálogo también pide prudencia a la hora de difundir información relativa a algún paciente, aunque cuente con la autorización del mismo e insta a no darles consejos directos a pacientes a través de las redes, ya que “la información que se difunde no es equiparable a una consulta médica y, por tanto, sólo debería ser divulgativa, informativa y de carácter general”.
Las propuestas marcadas por la corporación, que no son normativas ni de obligado cumplimiento, recuerda sin embargo que “hay que ser prudente con la publicación de contenidos, tanto en ámbitos profesionales como personales”, lo que también podría incidir en posibles comentarios políticos de los profesionales. Además, tampoco dejan libertad al médico para llevar al ámbito de lo público las “discrepancias” entre compañeros, que “no pueden comportar el desprestigio público de un compañero o compañera de profesión”.
En general, los colegios médicos catalanes instan a los profesionales a no difundir más que sea “clara, verídica, ponderada, comprensible, de calidad y fiable” y recuerdan que “la responsabilidad que se deriva de un acto médico presencial es igual que la que se deriva de los contenidos que se difunden en las redes sociales”.