El presupuesto sanitario para 2018 está fijado en 4.251 millones de euros, un 3,9 por ciento más que en 2017. Estas cifras suponen una inversión en sanidad del 5,8 del PIB algo insuficiente para abordar los problemas a los que se enfrenta el Sistema Nacional de Salud (SNS), según indica a ConSalud Vicente Matas, vocal de Atención Primaria Urbana de la Organización Médico Colegial (OMC) y coordinador del Centro de Estudios del CESM de Granada. “Se debe llegar a una inversión del 7 por ciento del producto interior bruto porque un 5,8 es muy poco para el sistema que tenemos y la amplia cartera de servicios”, señala.
En su opinión, la falta de inversión en el SNS lleva a problemas endémicos como son las listas de espera para consultas con especialistas y la demora en los centros de salud donde un paciente puede esperar hasta una semana para conseguir cita. “Como consecuencia los ciudadanos tienen que acudir a Urgencias, ya sea a las de hospital o Primaria, lo que genera retrasos y provoca un mayor gasto para la Administración porque la atención sanitaria en Urgencias tiene un mayor coste que en la consulta del médico de Familia”, advierte Matas.
La falta de financiación en Primaria lleva al aumento de las Urgencias tanto en hospitales como en centros de salud
En este contexto, Martas presentó este viernes un informe para demostrar la evolución de la financiación del SNS desde 2009 hasta 2016 y, en concreto, las desigualdades en Atención Primaria. “Los problemas en sanidad y en Atención Primaria no se resolverán hasta que los políticos no decidan invertir un poco más y alcanzar las cifras de 2009. En el caso de Primaria se necesitaría el 20 por ciento del presupuesto total de sanidad porque es donde se atienden al 90 por ciento de los pacientes”, asegura.
El citado estudio muestra que la inversión en servicios hospitalarios ha aumentado en los últimos años hasta conseguir los 41.585.583 euros en 2016, siendo un 62,4 por ciento del total, mientras que Primaria obtuvo ese mismo año 9.530331, lo que corresponde con el 14,3 por ciento del presupuesto en sanidad. Para Matas, es comprensible que el gasto hospitalario sea mayor porque se incluye el dinero destinado a la farmacia hospitalaria y, por tanto, hay que tener en cuenta situaciones especiales que han supuesto un esfuerzo económico como el tratamiento para la hepatitis C.
“Lo que reclamamos es un presupuestos suficiente y equitativo para Primaria porque durante los últimos 30 años se ha ido reduciendo poco a poco y, además, hay diferencias entre CC.AA que no siempre se explican por la dispersión geográfica como es el caso de Castilla y León o por la estructura de la población con personas mayores de 65 años”, detalla. En el estudio se pone de manifiesto que Andalucía es la que menos invierte en Primaria, con 175 euros por habitante, mientras que Extremadura alcanza los 275 euros.