La Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina Españolas ha aprobado una declaración oficial sobre la apertura de nuevas Facultas de Medicina, en la que defiende que aumentar el número de estudiantes de Medicina y no aumentar el número de plazas de formación especializada (plazas MIR) es una “medida populista y engañosa”.
Según señalan los decanos, la creación de nuevas facultades de medicina no se justifica, puesto que no existe una necesidad real de mayor número de estudiantes, más bien al contrario. “Lo que sí hay es una ausencia de una correcta planificación del número de profesionales necesarios a largo plazo, que ha conducido en ocasiones a un déficit de facultativos en algunas especialidades y zonas geográficas en concreto”, indica la declaración.
Los decanos defienden que con el actual sistema de planificación “se crea una bolsa de médicos en paro que se incrementa año tras año”
Además, los profesionales recuerdan que los graduados en Medicina sólo se convierten en médicos con capacidad para el ejercicio asistencial autónomo tras finalizar su periodo de formación especializada (MIR), por lo que las etapas de formación de grado y de postgrado deben concebirse de forma unitaria.
El número de plazas ofertadas en la prueba MIR de la convocatoria de 2017 fue de 6.328. Sin embargo, el número de presentados fue de 13.000, “con lo que se crea una bolsa de médicos en paro que se incrementa año tras año”. Para 2018 las plazas son 6.513: de nuevo menos plazas que los estudiantes egresados, añaden los decanos.
En el año 2002 había 27 Facultades de Medicina (26 públicas y 1 privada). Sin embargo, España es la actualidad el segundo país del mundo en tasa de estudiantes de medicina por número de habitantes, solo superados por Corea del Sur. Pese a ello, insisten, se acaba de inaugurar la Facultad de Vic y continúan los proyectos en Alicante, Canarias, Navarra, Huelva, Almería, Jaén, Deusto, Europea de Baleares, etc.
Por todo ello, la Conferencia de Decanos de Medicina insta a todas las partes implicadas a mejorar la calidad de las facultades ya existentes, “dotándolas de los recursos económicos y humanos necesarios y el promover la creación del registro nacional de especialistas, única forma racional de conocer las necesidades de médicos de nuestro país”.