La Confederación de Sociedades Científicas de España (Cosce) y la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (Facme) celebran este jueves la jornada Pseudociencias y pseudoterapias. Una verdad igualmente incómoda con el objetivo de informar a la sociedad sobre los peligros de las terapias no avaladas por la comunidad científica.
Así, los expertos alertan que estas falsas creencias pretenden visualizar una línea intencionadamente difusa entre lo que es y no es ciencia y no solo prosperan en el ámbito de la salud, sino en otros ámbitos del conocimiento.
“Las pseudoterapias y las pseudociencias no son terapia ni ciencia; no hay pseudociencia ni pseudoterapia, solo ciencia y tratamientos médicos”, explica Fernando Carballo, presidente de Facme. En su opinión, cuando las falsas terapias se presentan como innovación, deben ser investigados científicamente. “Sin esa validación no poseen evidencia terapéutica y no pueden ser considerados tales tratamientos. En caso de patologías graves, como el cáncer, ponen en serio riesgo a los pacientes al ofrecerse como falsas alternativas terapéuticas”, añade Carballo.
Científicos y médicos alertan de la importancia de investigar aquellas falsas terapias que pueden confundir y ser un peligro para la sociedad.
Al respecto, la Cosce considera que “estas creencias no solo pretenden, y lo van consiguiendo en parte, convertir la ignorancia en un gran negocio a costa de la cultura, la seguridad y la salud de los ciudadanos, sino que, además, son un camino para mantener a la sociedad sumida en la ignorancia, en las creencias ‘reveladas’ y en la docilidad”.
Por su parte, Nazario Martin León, presidente de la Cosce, indica que “las pseudocienciencias en realidad no existen, son la penumbra ancestral que permanece tras el conocimiento aportado por la ciencia, penumbra que se alimenta y expande mediante el llamado mercadeo de la duda, de la que luego nos rescatan con el negocio de la certeza”.
En la misma línea, Carballo recuerda que “el trabajo médico no tiene que ver con el mercado en torno a técnicas o productos orientados a objetivos diferentes a los procesos consolidados de promoción de la salud, prevención de la enfermedad, diagnóstico, pronóstico y tratamiento de las enfermedades”.
ACTUACIÓN DE LA ADMINISTRACIÓN
Ambas organizaciones coinciden en que los ciudadanos tienen derecho a estar informados y acceder libremente al conocimiento. Y esta es una tarea en la que ambos colectivos deben estar comprometidos e implicados. Pero los ciudadanos también tiene derecho a estar protegidos, y esa es una función que la Administración debe asumir con el máximo rigor y contundencia posible.
“No basta con concienciar; es necesario legislar para combatir tanto las pseudoterapias como los actos o movimientos que las promueven y salvaguardar la salud pública”, insiste Carballo.