Esta es una de las declaraciones que el presidente de la OMC, Serafín Romero, ha realizado durante la rueda de prensa ofrecida esta mañana, junto a los miembros de la nueva junta directiva del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), en la que han repasado los asuntos prioritarios para los futuros médicos durante los próximos años.
Romero ha asegurado que el médico de Atención Primaria debería jugar un papel "primordial" en la prevención de la violencia de género, pero solamente detecta entre un 5 y un 10% de los casos denunciados, por lo que "es importante que le demos un repaso".
El médico de Primaria solo detecta entre un 5 y un 10% de los casos de violencia de género denunciados
"Si un médico de familia, que es el que mantiene la continuidad asistencial, o debería, y es el que está en el entorno sociofamiliar de un paciente, no es capaz de detectar la violencia de género, se está quebrando la posibilidad de hacer prevención", ha añadido.
El presidente de la OMC lo ha achacado en parte a la precariedad laboral con contratos temporales que impiden la continuidad asistencial y no favorecen la confianza médico-paciente, así como al escaso tiempo del que éstos disponen para atender en consulta.
Por ello, ha abogado por "recuperar al médico de cabecera de toda la vida", que disponga de tiempo, porque "es muy difícil explorar o ahondar en la situación de la paciente en cinco minutos".
De lo contrario, ha advertido de que "al final acabaremos detectando el hecho ya ocurrido, que es inevitable de ocultar cuando la mujer viene a la consulta ya con una lesión".
A su juicio, además, los profesionales sanitarios deben disponer de "un conocimiento importante" sobre los recursos que la administración pone al servicio de las víctimas, que "son muchos".
El representante de los médicos ha recordado que el pacto contra la violencia de género suscrito por todos los partidos políticos contempla una serie de medidas "que tocan de lleno al entorno de la Atención Primaria".
En este sentido, ha citado la posibilidad de que se recoja en la historia clínica algún dato que favorezca la detección.