La compañía farmacéutica MSD ha organizado este miércoles la tercera sesión del foro 'La prescripción médica, más allá del debate', un punto de encuentro en el que expertos de primer nivel han debatido sobre un "tema muy candente" que debe ser analizado bajo el prisma de diferentes criterios.
La inauguración ha corrido a cargo de Julio Sánchez Fierro, abogado, doctor en Ciencias de la Salud y coordinador de la cita; y el doctor Augusto Silva González, representante de la empresa farmacéutica, quienes han puesto sobre la mesa que la prescripción médica debe efectuarse desde la reflexión, un pilar clave para la buena administración del Sistema Nacional de Salud (SNS).
"Una cosa es la eficiencia, que es un criterio económico, y otra la gestión asistencial"
David Cantarero, profesor titular de la Universidad de Cantabria y vicepresidente de la Asociación de Economía de la Salud, ha expuesto la relación entre la prescripción y la eficiencia económica. A su juicio, la parte económica no debe ser la única por la que se rija esta acción sanitaria. "Una cosa es la eficiencia, que es un criterio económico, y otra la gestión asistencial", ha sostenido.
Por ello, el docente ha apostado por el multicriterio, en el que tanto profesionales como pacientes adopten una "decisión informada". No obstante, es preciso que las comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social aporten datos actualizados para que este conocimiento sea trasversal.
La catedrática de Medicina Legal de la Universidad de Granada y miembro de la Real Academia Nacional de Medicina, la doctora María Castellano, ha detallado la perspectiva ética y deontológica de la prescripción médica. Tal y como ha manifestado, un facultativo debe llevar a cabo un triple juicio antes de impulsar este acto: juicio clínico, juicio médico-legal y juicio ético-deontológico.
"La salud del paciente será el primer objetivo del médico, que actuará libre de imposiciones o ataduras"
En este contexto, ha citado el Código de Deontología Médica, publicado en 2011, donde se recoge que respetar la vida humana y la dignidad de la persona, y ciudar la salud del individuo y de la comunidad, son deberes primordiales para los profesionales de la Medicina. De igual modo, el documento apunta que la salud del paciente será el primer objetivo del médico, que actuará "libre de imposiciones o ataduras".
"La prescripción hay que desarrollarla para un paciente concreto: con su cultura, creencias, fortalezas y debilidades, y atendiendo a su situación personal, familiar, social o laboral", ha concluido la doctora Castellano.