La Cataluña independiente se arriesgaría a sufrir una fuga de sanitarios

No participar en la OPE nacional podría agravar la fuga de profesionales hacia otras autonomías, y establecer un sistema MIR propio también podría obstaculizar la renovación de las plantillas, especialmente si se mantiene el requisito del idioma.

Cataluña es la autonomía en la que más médicos piden el certificado para irse al extranjero

La posible declaración unilateral de independencia por parte del Gobierno de Cataluña podría agravar aún más la ya difícil situación de los profesionales sanitarios de la autonomía catalana puesto que, al igual que está ocurriendo con diferentes compañías empresariales, los profesionales podrían iniciar una “fuga” hacia otras comunidades o hacia el extranjero.

De hecho, según datos la Organización Médica Colegial, Cataluña ya es la región en la que más médicos piden cada año el certificado para irse a trabajar o seguir formándose al extranjero. Sólo en 2016, se fueron 726 facultativos y, a mediados de junio de 2017, ya se habían marchado otros 260 médicos catalanes. En el caso de la profesión enfermera, por su parte, el Colegio de Enfermería de Barcelona reprochó a principios de año al consejero de Salud, Toni Comín, que hacen falta 17.293 profesionales en la autonomía para alcanzar las ratios europeas.

Según el Colegio de Médicos de Barcelona, en los próximos diez años se jubilarán hasta 9.000 facultativos en Cataluña

La fuga, además, podría acrecentarse si Cataluña decidiera finalmente no participar en la OPE nacional acordada entre los sindicatos y el Ministerio de Hacienda. Según explicaba a Consalud.es el secretario de Sanidad de Comisiones Obreras, Antonio Cabrera, la autonomía no había aclarado hace apenas un mes si participará o no en esta convocatoria. De este modo, “si ellos no ofertan las plazas suficientes y en otras autonomías sí, habrá obviamente una fuga de médicos, enfermeros y de todos los sectores”.

Una situación similar podría ocurrir con el sistema MIR (incluido el EIR, PIR, FIR, etc.), coordinado actualmente por el Ministerio de Sanidad. En caso de que Cataluña también se independizara de este formato, el nuevo “país” habría de modelar un sistema propio al que se desconoce si el resto de médicos españoles podrían acceder (actualmente, los facultativos españoles necesitan homologaciones especiales para trabajar en el extranjero).

EL IDIOMA Y LAS JUBILACIONES

Aún en el caso de facilitar la movilidad de profesionales del resto de España hacia Cataluña, otro importante obstáculo, sin embargo, sería el conocimiento del idioma. De hecho, certificar un nivel de catalán ya es imprescindible para poder trabajar en el sistema sanitario público, y en algunas oposiciones el valor del conocimiento del idioma supera al de, por ejemplo, ser profesor universitario durante un año.

Todo ello, por tanto, podría poner en jaque al sistema sanitario catalán, teniendo en cuenta que, como alertaba el Colegio de Médicos de Barcelona, un tercio del total de los 32.714 médicos colegiados en la autonomía se encuentra en la franja de 55 a 70 años, por lo que en diez años podrían jubilarse hasta 9.000 facultativos.

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