El equipo de investigación de la Universidad de Córdoba ha basado su estudio en las alteraciones que ocurren en los linfocitos T del sistema inmunitario en referencia a su edad y la infección con el herpesvirus citomegalovirus (CMV).
Los linfocitos T son células que se encargan de la defensa ante virus o alteraciones producidas en los procesos cancerígenos, además tienen la capacidad de generar memoria y así acortar su tiempo de respuesta en las reinfecciones.
El estudio del grupo de investigación de la Universidad de Córdoba con el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC) trata sobre cómo el herpesvirus citomegalovirus puede acelerar el desgaste del sistema inmunitario, independientemente de la edad, a diferencia de lo que se creía antes.
El citomegalovirus es un virus muy común que tiene similitudes con los virus labiales, ya que los dos tipos se reactivan pasado el tiempo y el sistema inmunitario vuelve a generar memoria para acabar con él. “Este virus, a diferencia de otros, genera un impacto fuerte en el sistema inmunitario. Lo desgasta considerablemente ya que genera mucha memoria al tener que estar controlándolo constantemente”, comenta la doctoraAlejandra Pera.
En algunas personas, el virus induce a la expansión de células que aumentan la capacidad de padecer trastornos vasculares y enfermedades cardiovasculares.
Este grupo de investigación está liderado por el profesor Solana, junto con la investigadora emergente doctora Alejandra Pera y el investigador Fakhri Hassouneh, en él han analizado a 119 personas divididas en tres grupos de edad (jóvenes, mediana edad y mayores) y en dos grupos (infectados y no infectados por CMV).
La doctora Alejandra Pera, explica que los resultados del estudio han mostrado que el virus, en algunas personas, induce a la expansión de células que son pro-inflamatorias y pro-aterogénicas, aumentando la capacidad de padecer trastornos vasculares y enfermedades cardiovasculares. “No todas las personas que contraen el virus generan ese tipo de células, pero aquellas que lo hacen, éstas se van acumulando y cuando pasan un umbral, un porcentaje, pueden provocar problemas severos”, afirma.
No es el único estudio que están desarrollando en esta Universidad, ya que también se encuentran analizando el comportamiento de esas células en pacientes con cardiopatías, como la estenosis aórtica, con el objetivo de descubrir cuál sería el umbral que les permita definir el factor de riesgo. Además otro de los estudios en curso se centra en la repercusión del citomegalovirus con respecto a la COVID-19 y su impacto en el sistema inmunitario. “La ventaja de saber que todo esto puede tener un origen vírico es que lo podríamos atajar. Si no guardase relación exclusiva con la edad, no la podríamos frenar”, concluye la investigadora Alejandra Pera.