Seis sociedades científicas se han mostrado este jueves su malestar ante el apoyo político que la semana pasada recibió la especialidad de Urgencias y Emergencias durante la Comisión de Sanidad donde se aprobó una proposición no de ley para acelerar los trámites para su creación.
Así lo pone de manifestó un comunicado firmado por la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC), la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc) y la Sociedad Española de Cardiología (SEC).
En el texto se denuncia que el apoyo político a Urgencias “constata la falta de criterio y justificación científica”, así como ponen en relieve que la agrupación de estas sociedades reúne a 50.000 médicos que equivalen al 40 por ciento del Sistema Nacional de Salud (SNS). Además, estos facultativos incluyen en el comunicado un decálogo de diez motivos por los que no están de acuerdo. Entre ellos, destacan que los problemas actuales de los servicios de Urgencias no se solucionarán con una nueva especialidad.
VOCES EN CONTRA DE URGENCIAS
“La creación de una especialidad de Urgencias no es una medida eficiente y no mejorará la calidad de la asistencia prestada a los pacientes; un área de capacitación especializada (ACE) en Urgencias parece la mejor opción para mejorar la formación y organización de los profesionales sanitarios y, por tanto, la atención sanitaria prestada en urgencias”, declara José Luis Llisterri, presidente de Semergen.
Por su parte, Salvador Tranche, presidente de (semFYC), considera que “la creación de una nueva especialidad debería obedecer a criterios competenciales como se ha hecho hasta ahora. Que una especialidad obedezca a criterios organizativos modifica desde el corpus de conocimiento con el que trabajan las universidades, hasta el trabajo multidisciplinar que desarrollamos los profesionales en nuestro día a día. Dicho esto, también es importante señalar la necesidad de contar con el consenso de los profesionales para llevar a cabo una reforma de estas características”.
“La creación de la especialidad de Urgencias tendría consecuencias importantes sobre otras especialidades que desempeñan también una de sus labores profesionales en este ámbito, como es la Medicina Familiar y Comunitaria, especialidad con grandes necesidades de profesionales, en la actualidad no podría soportar que se produjese una reducción de la oferta de plazas para nutrir a una nueva. Su creación contribuiría, más que a la solución de una necesidad asistencial real, al riesgo de ruptura de la continuidad de la atención y a enfrentamientos innecesarios entre profesionales”, añade Antonio Fernández-Pro, presidente de la SEMG.
El comunicado está firmado por el 40% de los médicos del Sistema Nacional de Salud (SNS)
En esta misma línea, Antonio Zapatero, presidente de la SEMI, señala que “en el actual momento, con la situación que tenemos planteada con el envejecimiento y la epidemia de enfermedades crónicas, la creación de nuevas especialidades conlleva poner más barreras a este tipo de pacientes además de un coste económico que no nos podemos plantear”.
Para Mª Cruz Martin, presidenta de Semicyuc, “la especialidad de Urgencias no resuelve los problemas de los Servicios de Urgencias; es necesario buscar otras formas organizativas como la ACE que den una respuesta real a las necesidades de las organizaciones, los pacientes y de los propios profesionales”.
Por último, Manuel Anguita, presidente de la SEC, concluye el comunicado con estas palabras: “Resulta ineludible que nuestro sistema sanitario evolucione constantemente para adaptarse a las nuevas necesidades asistenciales, especialmente por el incremento sostenido del número de enfermos crónicos. Desde las sociedades científico-médicas estamos totalmente a favor de estas transformaciones. No obstante, solicitamos a las Autoridades Sanitarias que el criterio de aquellos que trabajamos día a día con los pacientes sea escuchado antes de tomar decisiones de esta índole. No hay evidencia científica que demuestre que la creación de la especialidad de Urgencias y Emergencias mejore de modo alguno las competencias de los profesionales en la atención a los pacientes, pues los escollos con los que nos encontramos en la práctica clínica son meramente organizativos”.