En la actualidad la asignatura de Medicina Familiar y Comunitaria, de carácter obligatorio, se imparte aproximadamente en el 75 por ciento de las facultades de Medicina española, según los últimos datos de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen). Un porcentaje que tanto profesionales como estudiantes consideran insuficiente para visibilizar esta materia entre los futuros médicos.
Al respecto, José Luis Llisterri, presidente de Semergen, declaraba a ConSalud.es hace unos meses, que la ligera mejora que experimentó la especialidad en las adjudicaciones de las plazas MIR correspondientes a la convocatoria 2017-2018 eran datos que demostraban “la necesaria presencia que la Medicina de Familia debería tener en las universidades, en donde se produzca un justo y mayor reconocimiento”.
Los profesionales consideran que la presencia de Familia en las aulas ayudaría a que fuese más atractiva para los MIR
Por su parte, Alejandro Iñarra, presidente del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), asegura a este medio en una entrevista concedida la semana pasada que tanto Familia como Pediatría en Atención Primaria requerían una mayor presencia en el grado. “Siempre nos ha llamado mucho la atención como un entorno como Primaria, idóneo para la formación del estudiante ya que nos permite establecer una mejor comunicación con el paciente y abordar las patologías más prevalentes dentro de la sociedad, se vea de forma marginal, no solo ya que falten créditos sino que las prácticas son bastante más inferiores”, señalaba Iñarra.
En este contexto, cabe señala que en abril se pusieron en marcha cinco cátedras de Familia, las últimas en las Universidades de Granada y la Miguel Hernández del Elche. A éstas se suma la Universidad de Murcia, la cual ha informado esta semana de que se implantará una asignatura obligatoria de Familia con el objetivo de potenciar la formación de los futuros médicos de Atención Primaria.
UNA DEMANDA POLÍTICA
La mayor presencia de Familia en el grado de Medicina también estuvo presente este año dentro de la actualidad política. Y es que durante una Comisión de Sanidad en el Congreso de los Diputados celebrada en marzo se aprobó solicitar al Gobierno que la especialidad fuese una materia obligatoria en todas las facultades españolas, y no una libre elección por parte de la Junta de Dirección de cada empresa. Sin embargo, esta propuesta no se ha llevado a cabo, cuestión relegada en parte por los cambios que ha sufrido el Gobierno en los últimos meses.