El frente común creado por los estudiantes y los decanos de Medicina españoles contra la apertura de nuevas facultades (en España hay actualmente 42, cifra que sólo supera Corea del Sur en todo el mundo), ha sido ignorado en los dos últimos años por las administraciones y las propias universidades.
De hecho, en los dos últimos cursos el Gobierno ha autorizado la puesta en marcha del Grado en Medicina en la Universidad de Baleares y en la de Vic (en Barcelona), y a finales de septiembre la Universidad de Alicante ha aprobado en Consejo de Gobierno el plan de estudios para reabrir una facultad de Medicina que había pasado a la Universidad Miguel Hernández de Elche en 1997 (de forma que la provincia tendrá dos facultades).
El desbarajuste existente entre las plazas universitarias para estudiar Medicina y la oferta MIR del Gobierno provocará “una bolsa de médicos en paro”
En este último caso, sin embargo, el plan tiene que ser aprobado aún por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca), aunque la intención de la Universidad es poder ofertar plazas ya para el curso 2018-2019. La propia Aneca, además, ha frenado la puesta en marcha del grado en Medicina en la Universidad Internacional de Canarias, una universidad privada que, no obstante, sí cuenta ya con el visto bueno de la Agencia Canaria de Calidad Universitaria.
El hecho de que el último año se haya incorporado la facultad de Medicina de Vic, cuya primera promoción cuenta con 88 alumnos, ha provocado que el sistema universitario español haya aumentado su número de plazas para estudiar Medicina hasta alcanzar las6.995. Frente a ello, sin embargo, el Ministerio de Sanidad ha ofertado 6.526 plazas en la convocatoria MIR de 2018.
De seguir esta tendencia, como denuncian los estudiantes, aumentará aún más el desbarajuste ya existente, que provoca que cada año miles médicos no puedan acceder al sistema de formación sanitaria especializada (imprescindible para trabajar en la sanidad pública)tras acabar la carrera, creándose así una “bolsa de médicos en paro”.
Frente a ello, todas las universidades que han puesto en marcha su grado en Medicina en los últimos años alegan la demanda existente en las respectivas provincias así como el impulso investigador que suponen estos estudios para el conjunto del sistema sanitario.