La presión asistencial que sufren los médicos españoles, especialmente los de Atención Primaria, acaba teniendo numerosos efectos perjudiciales para los pacientes, para el profesional, y para el propio sistema sanitario, cuyo funcionamiento propicia que se trate a los pacientes por debajo de los 10 minutos recomendados y se realicen “consultas de alta velocidad”.
Así lo expone Manuel Ortega, vocal de médicos de Primaria del Colegio de Médicos de Cádiz, en un escrito recogido por el portal oficial de la Organización Médica Colegial (OMC), donde considera que, entre otros aspectos, tratar al paciente en menos tiempo de lo indicado genera errores de detección, percepción o prescripción en relación a los comentarios que realiza el paciente en la consulta; aumento de la actividad prescriptora y de las tasas de burnout (desmotivación) por parte del médico, así como un aumento de los gastos sanitarios por el incremento de las pruebas complementarias realizadas.
Un informe de la Comisión Europea estima que los eventos adversos por errores médicos en España tienen un coste de 1.386 millones de euros
Y es que, en concordancia con los argumentos esgrimidos por los profesionales, los últimos barómetros sanitarios elaborados por el Ministerio de Sanidadseñalan que más de un 37% de los pacientes que acuden a las Urgencias hospitalarias lo hacen porque consideran más útil ir a un hospital que a un centro de Atención Primaria y más de un 40% lo hace por la falta de coincidencia con el horario del médico de cabecera.
De hecho, según un estudio publicado por el Grupo AP25 de la OMC, la sobrecarga asistencial de los médicos de Primaria afecta negativamente a hasta 20 millones de personas, más del 50% de los españoles que tienen asignado un médico de Familia.
CONSECUENCIAS PARA EL MÉDICO Y PARA EL SISTEMA
Entre otras consecuencias, estos efectos negativos provocan que sólo el 47% de los médicos de Primaria reconozcan poder dar una cita en el mismo día en el que se le solicita, y un 8,3% no la podrían dar hasta cuatro o cinco días después. Además de ello, la sobrecarga asistencial del médico genera el llamado síndrome de burnout (desmotivación), lo que ha llevado a la Federación Europea de Médicos Asalariados a solicitar a las administraciones que tomen medidas para reducir estas crecientes tasas entre los profesionales.
Por otro lado, en lo que respecta a los costes sanitarios, un informe de la Comisión Europea estima que los eventos adversos por errores médicos en España tienen un coste de 1.386 millones de euros. Unos costes que también afectan a los recursos humanos porque, según otro estudio internacional, el 3% de los médicos españoles que comenten un error grave con un paciente acaban dejando la profesión.