Bien es sabido Atención Primaria que no atraviesa una situación fácil. Las jubilaciones masivas de los médicos de Familia en los próximos años y la escasez de profesionales que quieran desarrollar sus funciones en las zonas rurales son dos de las cuestiones que han venido denunciando, de forma continua, las organizaciones sindicales, las sociedades científicas y los colegios profesionales.
No obstante, no todo lo que rodea al primer nivel asistencial es negativo. Y es que su papel frente a la cronicidad, el fomento de la investigación y el impulso de la tecnología son tres de los ejes que van a vertebrar el futuro de la Atención Primaria.
Patologías crónicas como la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia o el dolor lumbar y cervical motivan el 80% de las consultas en Atención Primaria
El problema de la cronicidad es uno de los retos más importantes para el Sistema Nacional de Salud (SNS). Tanto es así que alrededor del 42% de la población española padece, al menos, un proceso crónico, siendo los más frecuentes la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia y el dolor lumbar y cervical. En este contexto, las patologías crónicas motivan el 80% de las consultas en Atención Primaria.
De igual modo, instituciones como la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) apuestan decididamente por la investigación. Buena prueba de ello son sus estudios Iberican (Identificación de la Población Española de Riesgo Cardiovascular y Renal) o Costume-AP (Grado de COntrol y Comorbilidades de los Síntomas del Tracto Urinario inferior en varones por hiperplasia benigna de próstata en Atención Primaria) llevados a cabo por facultativos del primer nivel asistencial.
Por último, la aplicación de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en la Medicina de Familia es una realidad. Así, el último informede la Sociedad Española de Informática de la Salud (SEIS) indica que la inversión sanitaria al respecto aumentó un 3,18% en 2017.