Abandonar una plaza de médico residente (MIR) a mitad de la especialidad puede acabar teniendo más efectos perjudiciales para el centro sanitario en el que trabaja el facultativo que para el propio médico. Y es que, como recoge la propia convocatoria MIR de 2018, las plazas que resulten vacantes después de la adjudicación oficial, no serán cubiertas de nuevo, por lo que el centro en cuestión no contará con nadie en esa plaza, como mínimo, en ese año.
Teniendo en cuenta que, en muchos hospitales y centros de salud españoles, los MIR asumen buena parte de la carga de trabajo, la ausencia de un profesional puede perjudicar su actividad asistencial, especialmente en centros con escaso personal.
Con ello está de acuerdo Manuel Turégano, Coordinador del Grupo de Trabajo de Residentes de Semergen quien destaca, no obstante, que al menos en la especialidad de Medicina de Familia el rotatorioestá orientado los primeros seis meses los centros de salud, pero después el MIR rota por hospitales y no regresa al centro hasta los últimos años de la especialidad. Por tanto, “el MIR no es tan imprescindible en los primeros años como en los últimos, donde sí tiene una buena parte de la carga asistencial” y, por tanto, una renuncia a su plaza sí podría causar mayores estragos al centro.
Según datos de Sanidad, hasta 176 aspirantes que obtuvieron una plaza MIR en 2017 se habían presentado a la prueba después de renunciar previamente a la especialidad que ya estaban cursando
A consultas realizadas por Consalud.es, el Ministerio de Sanidad no ha ofrecido datos sobre cuántos MIR renunciaron a su plaza una vez iniciada la residencia en los últimos años. Si bien, un informe del propio ministerio detalla que, en la convocatoria MIR de 2017, hasta 176 aspirantes que obtuvieron una plaza se habían presentado a la prueba después de renunciar previamente a la especialidad que ya estaban cursando.
La cifra, sin embargo, sólo supone un 3% de todos los MIR que obtuvieron plaza, aunque a ello habría que sumar quienes renunciaron a su plaza pero después no volvieron a presentarse al examen o volvieron a presentarse pero no lograron plaza.
SIN PENALIZACIÓN PARA EL MIR
La renuncia a la plaza de especialista es una condición obligatoria para poder volver a inscribirse al examen MIR (cuyo período de inscripción para 2018 acaba de finalizar). Si bien, y teniendo en cuenta que el Real Decreto de Troncalidad permanece suspendido por el Tribunal Supremo, la actual convocatoria no incluye ninguna penalización para aquellos residentes que abandonen su especialidad para volverse a presentar al MIR dos años consecutivos, como sí establecía la convocatoria de 2017.
No obstante, Turégano recuerda que “es muy difícil que un residente abandone su plaza dos años seguidos para volverse a examinar. Conozco mucha gente que se vuelve a presentar al MIR por segunda o tercera vez, pero habiendo completado antes otra especialidad”, indica.
Como lamenta el portavoz de Semergen, muchos de quienes abandonan su plaza a mitad de la especialidad por diversos motivos pertenecen a Medicina de Familia (un 37%, según Sanidad), lo que se debe a que “se trata de una especialidad que parece no tener mucho caché, y por eso desde nuestro grupo trabajamos para demostrar que no es así”, asevera.