Bien es sabido que el proceso para ser médico no es nada sencillo. En primer lugar, los futuros facultativos tendrán que obtener en las pruebas de acceso a la universidad una calificación que, en nuestro país, se sitúa por encima del 12 (sobre un total de 14), lo que convierte al Grado de Medicina en una de las carreras con mayor nota de corte o, lo que es lo mismo, de más difícil acceso.
Toda vez que los estudiantes han obtenido plaza en una de las 43 facultades que imparten esta disciplina en España, se tendrán que enfrentar a un periplo educativo de gran exigencia y con una duración de seis años. De todos ellos, los primeros años del grado están destinados a estudiar el funcionamiento del cuerpo humano, a través de asignaturas como anatomía, inmunología o fisiología, mientras que el resto de la carrera tiene como objetivo enseñar a los alumnos cómo diagnosticar y tratar a los pacientes.
En la edición 2017-2018 del MIR, en la que el número 1 de la prueba ha sido Eduardo Aparicio Minguijón, se han ofertado 6.513 plazas a las que han optado un total de 14.448 aspirantes
Con el título bajo el brazo, son muchos los facultativos que optan por desarrollar una especialidad. Para ello, es necesario aprobar las pruebas selectivas que dan acceso a ser Médico Interno Residente (MIR), un periodo de cuatro años en el que los galenos desarrollan sus funciones en un centro hospitalario de España. En la edición 2017-2018, en la que el número 1 de la prueba ha sido Eduardo Aparicio Minguijón, se han ofertado 6.513 plazas a las que han optado un total de 14.448 aspirantes.
A la conclusión de la residencia, los nuevos especialistas se deben enfrentar a la búsqueda activa de empleo dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS). En este momento, los jóvenes facultativos tendrán que hacer frente a un mercado condicionado por contratos de escasa duración, condiciones precarias e inestabilidad.
Todo hasta que los ejecutivos autonómicos impulsen las anheladas ofertas públicas de empleo (OPE), un examen que permite ganar una plaza en el SNS. En los últimos meses, la actualidad sanitaria ha puesto sobre la mesa como los Gobiernos regionales han anunciado las fechas de las pruebas, previstas entre 2018 y 2019, por lo que se espera que la sanidad pública se refuerce significativamente en los citados años.