La ecografía, la exploración del paciente con dolor vertebral, así como el análisis de microcristales al microscopio y la lectura crítica de artículos son las principales áreas de mejora de los residentes de tercer y cuarto año de Reumatología, según los resultados de la prueba de Evaluación Clínica Objetiva Estructurada (ECOE) del pasado año. “Se trata de un tipo de examen que valora competencias del profesional médico y que actualmente la realizan todas las facultades de Medicina españolas en el último curso de grado y en el caso de los MIR de Reumatología a propuesta de la Comisión Nacional de la Especialidad”, según ha explicado Antonio Naranjo, reumatólogo del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín.
Coincidiendo con la XVII edición del Curso de Tutores y Residentes de la Sociedad Española de Reumatología (SER), que se ha celebrado este fin de semana en Alicante, con la colaboración de Novartis, se ha llevado a cabo la Evaluación Clínica Objetiva Estructurada por octavo año consecutivo. A juicio del doctor Naranjo, “esta prueba es importante para la Reumatología porque es la mejor manera de evaluar las competencias de los residentes y detectar áreas de mejora. Considero que el feed back que se transmite a los tutores es fundamental”.
“Esta prueba es importante para la Reumatología porque es la mejor manera de evaluar las competencias de los residentes y detectar áreas de mejora"
En cuanto a los resultados del pasado año, el especialista ha insistido en que “en general han sido satisfactorios, se observa una mejoría gradual en las competencias con cada convocatoria”. En la edición de 2017 se permitió que los MIR de tercer año se incorporasen a la prueba, logrando así un record de 43 participantes en total.
Los residentes manejan de forma aceptable la patología inflamatoria tanto diagnóstico como tratamiento, la anamnesis general y la osteoporosis. En comunicación con el paciente y técnica de artrocentesis alcanzan un nivel muy bueno, mientras la interpretación de radiografías consigue un nivel solo aceptable.
Para mejorar, se podrían poner en marcha sesiones y talleres sobre las áreas que presentan oportunidad de mejora, así como las evaluaciones de tipo mini-CEX. No obstante, en opinión del doctor Naranjo, “nadie mejor que el tutor conoce las fortalezas y carencias de sus propios residentes”.