Crece la demanda de tratamientos de Medicina Estética y con ella el número de médicos que decide especializarse en esta disciplina. En nuestro país, el 40% de la población ha utilizado algún servicio de Medicina Estética en alguna ocasión, siendo la mayoría, mujeres (el 71,8% frente al 28,2% de hombres). Asimismo, en 2021, el número de facultativos que cursó un máster en Medicina Estética en una de las 19 universidades que lo ofertan, aumentó en un 15% respecto a 2019.
Y con el incremento de los profesionales que se forman en esta área, también ha aumentado el número de centros sanitarios autorizados por el Ministerio de Sanidad para ejercer la Medicina Estética. De este modo, si en 2019 había 5.244 centros autorizados con la unidad asistencial U.48 – la licencia sanitaria que identifica a una clínica como centro sanitario autorizado por la Consejería de Sanidad de la CC.AA. para ejercer la Medicina Estética –, en 2021 esta cifra creció en un 20,2%, llegando a los 6.305 centros. Así se desprende del ‘Estudio dimensionamiento e impacto socioeconómico de la Medicina Estética en España’, presentado por la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME).
Además del aumento de la demanda de tratamientos estéticos por parte de la población, las cada vez peores condiciones del Sistema Nacional de Salud han motivado que muchos médicos apuesten por este sector.
“Cada vez más médicos terminan de hacer su especialidad MIR y hacen el máster en Medicina Estética, porque la sanidad pública en España es muy buena, pero a costa de que los médicos cobran muy poco”, asegura a ConSalud.es la Dra. Petra Vega, tesorera de SEME. Así, el escenario con el que se encuentran muchos jóvenes médicos es que después de entre 11 y 12 años de “sacrificio”, perciben sin guardias unos salarios que poco se adecúan a su responsabilidad y formación.
“Necesitan dinero y muchos se sacan el máster para poder trabajar en la privada, además de en la pública. Tenemos unos médicos en la sanidad pública con una vocación enorme, porque si no, no estarían ahí. Se habrían ido ya a otros países donde cobra el triple y más que aquí”, añade la médico estético.
“Queremos médicos que sientan la Medicina Estética, que la hayan elegido como primera opción y no para llegar a fin de mes”
En este escenario, el hecho de que muchos facultativos elijan la Medicina Estética exclusivamente por cuestiones económicas, conlleva que “no están tan motivados” por esta disciplina. “Queremos médicos que sientan la Medicina Estética, que la hayan elegido como primera opción y no para llegar a fin de mes”, lamenta la Dra. Vega.
Además de mejores salarios, los médicos estéticos tienen “mucha mejor calidad de vida”, una vez que no tienen guardias y no acostumbran a trabajar los fines de semana. Con todo, al igual que cualquier especialidad, la Medicina Estética necesita de continua formación. “Requiere mucha dedicación, congresos, jornadas, cursos… En la Medicina, no te puedes dormir en los laureles, seas de la especialidad que seas”, comenta entre risas la Dra. Vega.
Sobre qué debe tener un médico estético para dedicarse a este sector, – que no es especialidad en España – la Dra. Vega lo tiene claro: “Tiene que gustarte hacer feliz a la gente”. Y es que la belleza es muy subjetiva, lo cual se traduce en que lo que debe hacer un profesional es tratar a cada persona individualmente para que se vea y se sienta bien.
"Tienes que querer que las personas sean felices y te den las gracias por los cambios en su percepción y no solo en su aspecto"
“Hay que hablar con la persona, diagnosticarla, tratarla, darle consejos sobre sus hábitos de vida… No todo es dar un pinchazo de ácido hialurónico y ya está. Tienes que querer que las personas sean felices y te den las gracias por los cambios en su percepción y no solo en su aspecto”, apostilla la experta.
Es precisamente por este abordaje integral, que el médico estético debe saber “mucho de Medicina”. Por ello, la recomendación de la portavoz de SEME es que aquellos profesionales que quieran dedicarse a este sector, hagan una especialidad antes de hacer el máster. Lo ideal es que sean especialidades afines, como la Medicina Familiar y Comunitaria, la Dermatología, la Cirugía Plástica, aunque “cualquier especialidad vale”, porque lo primordial es dedicarse a la medicina asistencial antes de dar el paso a la especialización en Medicina Estética.
“A nosotros viene una persona a quitarse una arruga, pero tenemos que analizar todo su cuerpo antes de tratarla, por eso hay que saber mucha Medicina. A mí me han servido muchísimo mis cuatro años en la Sanidad pública”, concluye la Dra. Vega.