Un estudio multicéntrico nacional realizado porginecólogos e investigadores españoles ha determinado la eficacia y ventajas de una técnica quirúrgica laparoscópica para el tratamiento del prolapso de órganos pélvicos en mujeres y que ha demostrado sus buenos resultados tanto a nivel anatómico como funcional. Según informa la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), se trata de la técnica simplificada de colposacropexia laparoscópica, una simplificación de este procedimiento que implica una menor intervención quirúrgica en las pacientes que tienen prolapso genital y que también supone una menor complejidad para los cirujanos y profesionales sanitarios que la realizan.
Tal y como explica la SEGO, el prolapso de órganos pélvicos (POP) es una patología benigna que se define como la protrusión a través de la vagina de uretra, vejiga, útero o cúpula vaginal, colon sigmoide, recto o intestino delgado debido a la pérdida de soporte muscular y de ligamentos de estas estructuras. Según la bibliografía científica, se calcula que un 11,8% de las mujeres serán intervenidas de prolapso de órganos pélvicos a la largo de su vida, mientras que la cirugía reconstructiva del suelo pélvico constituye hasta el 30% de la cirugía ginecológica. Además, la incidencia del prolapso genial está en aumento debido al envejecimiento de la población y la mayor esperanza de vida.
En este contexto, la colposacropexia laparoscópica constituye la técnica de elección en el tratamiento del prolapso apical (de útero o cúpula vaginal) severo y sintomático, asociado o no al prolapso de otros compartimentos y en el tratamiento de prolapsos que se repiten tras cirugías previas. Esta técnica permite una reparación integral de los tejidos debilitados del suelo pélvico con ayuda de una malla que abarca todos los compartimentos y que se ancla al hueso promontorio sacro. Entre sus beneficios destaca que evita la sección de la vagina y preserva el eje vaginal similar al fisiológico.
Los estudios realizados a la fecha demuestran aceptables tasas de curación a corto y medio plazo con esta técnica, siendo la media de curación objetiva del 91% y la subjetiva del 79-98%, y presentando mejores resultados que otras técnicas en el riesgo de tener recurrencia de prolapso, incontinencia urinaria de esfuerzo postoperatoria y dispareunia (dolor durante la penetración vaginal). Sin embargo, su aceptación no ha sido tan amplia debido a su dificultad técnica y a su larga curva de aprendizaje por parte de los especialistas.
Esta técnica, como procedimiento de cirugía mínimamente invasiva, aporta beneficios como menor morbilidad postoperatoria, menor estancia hospitalaria y una más rápida reincorporación de las pacientes a las actividades diarias. La técnica estándar estandarizada para la vía laparoscópica se basa en la descripción del grupo francés de Clermont-Ferrand, publicada por Wattiez el año 2001, y consiste en la preparación del promontorio, la disección rectovaginal con apertura de las fosas pararrectales lateralmente hasta visualizar el músculo puborrectal (el fascículo más medial del músculo elevador del ano), la disección vesicovaginal hasta llegar a las proximidades del cuello vesical, la colocación de la malla y su posterior peritonización. Sin embargo, no hay evidencia sobre si limitar la disección profunda a nivel del espacio rectovaginal aportaría la misma eficacia que la técnica estándar, lo que vendría a simplificar la técnica y facilitar que sea más extendida en su uso para los expertos.
"Estos primeros resultados demuestran los buenos resultados anatómicos y funcionales de la técnica simplificada de colposacropexia laparoscópica"
Es por ello por lo que se ha desarrollado el estudio FIMEA, cuyas siglas significan Fijación a Músculo Elevador del Ano en la colposacropexia, que se ha centrado precisamente en comparar los resultados clínicos y funcionales de esta técnica tanto con la opción estandarizada como simplificada. Este estudio multicéntrico, prospectivo y randomizado en pacientes sometidas a cervico/colposacropexia laparoscópica de prolapso multicompartimental severo, ha sido promovido por los doctores Pere Brescó, del Hospital Universitario de Igualada, e Irene Mora, del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, y en él han colaborado otros ginecólogos y profesionales de varios hospitales españoles, como el Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia, el Hospital Marqués de Valdecilla de Santander, el Hospital Infanta Sofía de Madrid, el Hospital de la Plana de Vilarreal (Castellón), el Hospital Quirón-Dexeus de Barcelona, el Hospital Mútua de Terrassa, el Hospital Regional Universitario de Málaga, y el Hospital General Universitario de Valencia.
Los objetivos del estudio se han centrado en valorar si existen resultados anatómicos inferiores con fijación de malla a cúpula vaginal sin fijación de ésta a los músculos elevadores (en un grupo de pacientes) respecto a la fijación de la malla al músculo elevador del ano y compartimento anterior profundo (en otro grupo de pacientes), con un periodo de seguimiento de 1, 6 y 12 meses tras la intervención. Asimismo, como objetivos secundarios, el estudio valora si existen resultados funcionales inferiores en cuanto a la sintomatología de las pacientes.
La investigación, que se encuentra aún en desarrollo, ha mostrado sus resultados preliminares con motivo de los congresos de las Secciones de Endoscopia y Suelo Pélvico de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO). Estos resultados referentes a 54 pacientes (23 con técnica estándar y 31 con técnica simplificada), entre enero de 2021 y 2022, han demostrado que no hay diferencias entre las técnicas en cuanto a resultados anatómicos ni funcionales al mes, 6 meses y 1 año después de la cirugía, por lo que, en base a ellos, la disección y colocación de la malla en el espacio rectovaginal no parece asociarse a mejores resultados anatómicos y funcionales respecto a la técnica simplificada.
“Estos primeros resultados demuestran los buenos resultados anatómicos y funcionales de la técnica simplificada de colposacropexia laparoscópica, es decir, fijando la malla posterior a la cúpula de la vagina o cérvix, por lo que refrendan la eficacia del uso de esta técnica para el tratamiento de aquellas mujeres que sufren prolapso de órganos pélvicos”, afirma el Dr. Pere Brescó, presidente de la sección de Endoscopia Ginecológica de la SEGO. “Asimismo, la simplificación de esta técnica laparoscópica permitirá que se aumente el número de pacientes que podrían beneficiarse de esta opción quirúrgica en el futuro, al mismo tiempo que facilitará, que los especialistas y cirujanos mejoren su formación y reduzcan la curva aprendizaje necesaria para realizar estas intervenciones”, concluye el experto.