La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) muestra su "profundo rechazo" al decreto ley que reforma el sistema de las pensiones y que acaba de entrar en vigor. En sus palabras, esta legislación "vuelve a penalizar al colectivo médico" con los cambios producidos respecto a la cotización.
En este sentido, el sindicato recuerda que el mecanismo establecido no solo aumenta los años con los que se calcula la cuantía de la pensión, sino que afecta negativamente por completo a todos los profesionales del Grupo A1 y titulados superiores, y especialmente a aquellos que realizan jornada extraordinaria obligatoria como es el caso de las guardias médicas, que pasarán a cotizar en mayor medida sin que esto lleve aparejado un aumento de la pensión.
Cabe recordar que las guardias, intrínsecas a la profesión médica y que suponen una parte importante del salario del profesional, son horas de trabajo obligatorias, de alta penosidad, pagadas a un precio inferior al de la hora ordinaria, que ya conllevan una carga del 45% de fiscalidad y que ahora, además, se recargan con las figuras de cotización adicional de solidaridad y el mecanismo de equidad intergeneracional. Además, esta jornada del médico no se ha tenido en cuenta para la articulación de la jubilación anticipada.
CESM denuncia que las guardias no se han tenido en cuenta para la articulación de la jubilación anticipada
Por este motivo, desde CESM reclaman, una vez más, la necesidad de una nueva regularización de la atención continuada que modifique, entre otros aspectos, las retribuciones y la fiscalidad de los profesionales, que se está volviendo cada vez más negativa para los médicos,una reivindicación que se viene repitiendo en los últimos años pero que con este cambio se hace aún más necesaria, ya que se trata de un trabajo obligatorio para los médicos por el que ahora se va a cotizar en mayor cuantía y que, sin embargo, no servirá para que la futura pensión que se perciba aumente en proporción, ya que únicamente recogerá los incrementos del IPC que se establezcan anualmente.
Por último, CESM señala que esta situación de desprotección hace más necesaria que nunca, como lleva años reclamando, la elaboración de un estatuto específico que recoja estas cuestiones diferenciales para el médico. Las especiales condiciones de trabajo de los profesionales necesitan, además de esa norma específica, negociarse con los sindicatos representativos de cada sector, como es el caso la Confederación, y no limitarse a escuchar las propuestas de los sindicatos de clase, que olvidan la defensa de aquellos condicionantes únicos con los que cuenta la profesión médica por los que sí velan sus propios representantes sindicales.