Con motivo de la llegada del 2020, el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM) ha lanzado una campaña con el objetivo de visibilizar el problema que supone la apertura de nuevas facultades de Medicina en España. Una situación que no solo afecta al futuro profesional de los estudiantes de medicina sino que además repercute en la calidad y eficiencia del sistema sanitario.
España se posiciona como el segundo país del mundo con mayor número de facultades de medicina: 0,95 por cada 1.000 habitantes. Una cifra que duplica la recomendación efectuada por la Organización Mundial de la Salud que se sitúa en el 0,5.
En tan solo 10 años hemos pasado de contar con 28 facultades de medicina a 42. Un incremento motivado por la demanda social y por el apoyo de los gobiernos autonómicos. Desde CEEM señalan que el numerus clausulus para acceder al grado ha superado ya las 7.000 plazas anuales.
Desde el CEEM explican que, para entender los motivos por los que esta situación supone un problema en lugar de un incremento de las oportunidades, es necesario saber que el MIR se erige como requisito indispensable a la hora de poder ejercer plenamente en el Sistema Sanitario. No se puede ejercer la Medicina sin ser un especialista.
En tan solo 10 años hemos pasado de contar con 28 facultades de medicina a 42. Un incremento motivado por la demanda social y por el apoyo de los gobiernos autonómicos
El pasado año se presentaron al examen MIR 15.475 personas (la solicitud a la prueba, entre admitidos y no admitidos, contó con 16.259 aspirantes) para un total de 6.797 plazas. Esto nos deja un ratio de 2,27 aspirantes por cada plaza.
“De base, dichas plazas ya no se ajustan a la cantidad de egresados. Esto, sumado a las personas que no obtienen plaza y que tienen que volver a presentarse, la precariedad laboral que lleva a la reespecialización, el sistema es insostenible: en la convocatoria MIR 2018, 4006 médicos, entre egresados y recirculantes formados en las facultades españolas no pudieron obtener plaza MIR, sin poder iniciar su formación especializada para poder trabajar”, explican a través de un comunicado desde el CEEM.
“Podemos observar que la solución al déficit de médicos actual nunca será la apertura de más facultades (argumento que muchos políticos y/o entidades emplean para defender la apertura de una nueva facultad), sino una correcta planificación de plazas MIR, especialmente en aquellas especialidades con déficit, y una mejora de las condiciones laborales. De hecho, aumentar las facultades de Medicina y/o los numerus clausus sólo restaría al sistema y pondría en riesgo la calidad formativa durante el Grado”, denuncia Antonio Pujol de Castro, presidente del CEEM.
Motivos por los que aumentar el número de Facultades de Medicina en cada provincia, especialmente en aquellas que no cuentan con ninguna, se traduce en tener que compartir y/o repartir infraestructuras como los Hospitales Universitarios y los Centros de Salud que se requieren para la realización de las prácticas clínicas.
"Aumentar las facultades de Medicina y/o los numerus clausus sólo restaría al sistema y pondría en riesgo la calidad formativa durante el Grado"
Una fotografía que se traduce a un aumento del número de estudiantes por cada médico-tutor de prácticas, saturación de las consultas y más trabajo para el profesional, en detrimento de la formación de los estudiantes y de la calidad asistencial que reciben los pacientes.
A esto hay que sumar la existencia de un déficit del 20% de profesorado permanente. Las previsiones, de cara al 2026, apuntan a que se seguirá reduciendo: habrá un 43% de profesorado permanente menos, correspondiendo el mayor porcentaje al profesorado vinculado de áreas clínicas (55%), un 34% al profesorado no vinculado de áreas clínicas y un 32% al profesorado de áreas básicas.
“Por supuesto, el SNS tiene carencias y como agentes de representación pedimos mejorar los recursos e incrementar los presupuestos dedicados a Sanidad, optimizando el número de trabajadores, sus derechos laborales, renovando infraestructuras y recursos para diagnóstico, tratamientos e investigación. Así el SNS se ajustaría a las necesidades de nuestra población, más que incrementando el número de estudiantes sin ser una necesidad demográfica real.” declaran desde el CEEM.