Los futuros estudiantes de Medicina tras superar las elevadas notas de corte que exigen las facultades para acceder al grado, se enfrentan a otro reto: el coste económico que supone empezar la universidad. En este sentido, Cataluña es la Comunidad Autónoma más cara para estudiar Medicina: el coste de cada crédito fue de 39,53 euros en el curso 2017-2018.
Así, los alumnos que se matriculan por primera vez tienen que asumir un coste de 2.371 euros. Y en el caso del cómputo total del grado, que tiene unos 360 créditos, la suma asciende a hasta los 14.230 euros. Cabe mencionar que estas cifras corresponderían a los estudiantes que aprueben todas las asignaturas sin tener que repetir matrícula así como no incluye las reducciones por becas, excelencias y descuentos por familia numerosas.
En cuanto a la fijación de los precios, se trata de una cuestión que depende de cada CC.AA. Como referencia, la Conferencia General de Política Universitaria -compuesta por Educación y las 17 comunidades- aprueba cada año una horquilla con los límites de los precios públicos universitarios del siguiente curso, aunque el coste final lo decide cada autonomía.
Las CC.AA. son las encargadas de fijar los precios definitivos de las carreras universitarias
Esta variación del precio está sujeta a las posibles modificaciones que introduzca la Conferencia. Por otra parte, la cuantía de cada carrera universitaria varía en función del grado de experimentalidad que cada CC.AA. les adjudique, aunque todas otorgan a Medicina en el nivel 1, el más alto de 4.
No obstante, las facultades de Medicina de Cataluña se posicionan cada año como las mejores para cursar el grado. De hecho, según el último informe ‘QS World University Rankings by Subject’, de la consultora Quacquarelli Symonds (QS), la Universidad de Barcelona se posiciona como la mejor a nivel nacional, seguida por la Autónoma de Barcelona, la Autónoma de Madrid y la Universidad Complutense de Madrid.
En este mismo estudio, la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona es la única institución española que se sitúa entre las 100 primeras a nivel mundial. Y en cuanto a excelencia, Cataluña también destaca por atraer a los mejores MIR, siendo el Clínico de Barcelona y el Valle de Hebrón de Barcelona de los centros que más adjudicaciones consiguieron este año entre los 1.000 primeros opositores.