Prescribir medicamentos en cucharadas en vez de en miligramos, alargar el tratamiento antibiótico más de lo recomendado, retirar el gluten de la dieta sin justificación, separar a un bebé recién nacido de su madre sin necesidad... Estas son algunas de las prácticas que el Comité de Calidad Asistencial y Seguridad del Paciente de la Asociación Española de Pediatría (AEP) ha incluido en su recién publicada lista de recomendaciones que "No hacer" en la asistencia sanitaria pediátrica.
Tal y como informa la AEP, el objetivo de esta guía es "señalar una serie de prácticas a evitar en la atención del paciente pediátrico en la atención primaria, urgencias, durante la hospitalización, los cuidados intensivos y en el domicilio". En la elaboración de la misma han participado el Comité de Medicamentos de la AEP y Grupo Español de Farmacia Pediátrica de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (GEFP-SEFH), la Sociedad Española de Urgencias de Pediatría (SEUP), la Sociedad Española de Pediatría Interna Hospitalaria (SEPIH), la Sociedad Española de Cuidados Intensivos Pediátricos (SECIP), la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPAP) y la Sociedad Española de Neonatología (SENEO).
"En la atención de los niños y adolescentes hay algunas prácticas que no son adecuadas o que no aportan nada e incluso pueden perjudicar"
En palabras de la coordinadora del Comité de Calidad Asistencial y Seguridad del Paciente de la AEP, la Dra. Aurora Madrid, "en la atención de los niños y adolescentes hay algunas prácticas que no son adecuadas o que no aportan nada e incluso pueden perjudicar. Aunque desde las sociedades de especialidades pediátricas han realizado recomendaciones de 'no hacer' relacionadas con su área, en este proyecto se han elaborado desde un punto de vista más transversal con el objetivo de que puedan ser útiles a los profesionales de los distintos ámbitos de la atención pediátrica".
A continuación, algunas de las recomendaciones de "no hacer" proporcionadas por las diferentes sociedades científicas pediátricas:
- Proporcionar información escrita sobre la medicación a los padres/personas cuidadoras, sin las explicaciones orales pertinentes y sin verificar que la comprenden.
- Prescribir en cucharadas o prescribir exclusivamente en ml sin utilizar unidades de masa (ej. mg), concentración o presentación específica.
- Prescribir sin comprobar el peso actual del paciente, alergias, contraindicaciones y posibles interacciones.
- Administrar antibiótico a un paciente con una infección respiratoria viral no complicada (catarro de vías altas, laringitis, bronquitis, bronquiolitis).
- Dejar de comunicar cualquier sospecha de maltrato y/o abuso.
- Efectuar el ingreso hospitalario sin comprobar la pulsera identificativa, los antecedentes alérgicos ni la hoja de tratamiento.
- Realizar cualquier traspaso de cuidados entre profesionales de forma delegada, sin que esté presente alguno de los responsables de la asistencia.
- Prolongar la duración del tratamiento antibiótico más tiempo del recomendado.
- Demorar la colocación de un acceso intraóseo en un paciente en parada cardiorrespiratoria o peligro inminente de parada por canalizar una vía venosa central.
- Trasladar un paciente pediátrico antes de su estabilización en las mejores condiciones posibles en el hospital emisor.
- Retirar el gluten de la dieta sin causa justificada.
- Prescribir en el asma fármacos inhalados sin educar al niño y la familia en la técnica adecuada a cada edad.
- Retrasar la administración de adrenalina por vía intramuscular en la anafilaxia.
- Realizar una técnica invasiva en el neonato sin haber valorado y manejado el dolor con medidas farmacológicas y/o no farmacológicas.
- Realizar cambios de apósitos de vías centrales diariamente de forma rutinaria.
- Separar al binomio madre e hijo/a siempre que haya una alternativa posible.
- Pinzar precozmente el cordón umbilical en recién nacidos a término o prematuros tardíos que no precisen reanimación.
Puedes consultar la guía completa pinchando en este enlace.