Un año más, la Asociación Española de Pediatría (AEP) ha conmemorado durante una semana de octubre, el Día de la Pediatría (8 de octubre), más conocido entre los profesionales como 'el Día P'. El objetivo del mismo es "poner en valor el papel del pediatra como profesional de referencia para el cuidado de la salud y bienestar integral del niño y el adolescente e impulsar el reconocimiento del modelo pediátrico español y de las diferentes especialidades pediátricas.
Bajo el lema 'Los niños también necesitan especialistas pediátricos', la AEP, con sus 24 sociedades de especialidades pediátricas y sus 14 sociedades regionales, reivindicarán del 3 al 7 de octubre la importancia de estos profesionales y harán una llamada a la acción: "La excelencia en los cuidados de salud infantil está en juego. ¿Nos ayudas a no perderla?"
Y es que para los profesionales, las especialidades pediátricas reconocidas oficialmente son "la vía para garantizar la calidad en los cuidados de salud de la población infantil y adolescente". "Sin especialistas pediátricos, el futuro de nuestros niños y niñas será menos saludable", defiende el presidente de la AEP, el Dr. Luis Carlos Blesa Baviera. De este modo y pese a los avances en los últimos años, "más de seis millones de niños y adolescentes menores de 14 años en España, un 13% de la población del país, tienen sin 'reconocer' a los especialistas que los atienden".
El deterioro progresivo de la situación de la pediatría de Atención Primaria es otro de los puntos sobre los que giran las reivindicaciones del colectivo
En el manifiesto presentado por la AEP con motivo del 'Día P', los profesionales plantean a las autoridades sanitarios las siguientes cinco demandas:
- Acreditar las áreas de capacitación específica pediátricas como paso imprescindible para asegurar la calidad en la formación de los pediatras, poder seleccionar a los profesionales mejor preparados y garantizar una prestación sanitaria equitativa en todo el territorio español.
- Un itinerario formativo específico para el pediatra de atención primaria, con su reconocimiento correspondiente, que le otorgue el papel y la función que su cometido merece dentro del programa formativo MIR en Pediatría.
- Adoptar medidas necesarias para atraer profesionales de la pediatría a los centros de Atención Primaria.
- Trabajar de forma colaborativa en un mapa geográfico donde se estimen las distintas necesidades de especialistas pediátricos con relación a la población pediátrica para planificar las necesidades futuras de recursos humanos especializados en Áreas de Capacitación Específicas (ACE) pediátricas en España.
- El reconocimiento de las ACE de Pediatría para que los pediatras puedan trabajar en igualdad de condiciones respecto a sus colegas europeos y en paridad de condiciones en las diferentes comunidades autónomas españolas.
En este sentido, la vicepresidenta de Atención Hospitalaria de la AEP, la Dra. María del Mar Rodríguez, subraya que el hecho de que no exista un reconocimiento oficial “implica que no existen requisitos mínimos de formación ni acreditación, ni se dispone de un plan formativo oficial. Esta situación no sólo puede repercutir en la calidad asistencial si no que limita el aprendizaje homogéneo de los pediatras y dificulta su formación y actualización adecuada”.
El deterioro progresivo de la situación de la pediatría de Atención Primaria es otro de los puntos sobre los que giran las reivindicaciones del colectivo. “Al ser una rama integral y holística en la concepción del niño y adolescente, podría parecer que no precisa de la especialización. En el adulto esta función está a través de la especialidad de medicina de familia, pero no así para el niño y adolescente, pues no está contemplado ningún itinerario específico para la figura del pediatra de atención primaria”, incide la Dra. Rodríguez.
Esta situación "se complica por la falta de profesionales en las consultas de los centros de salud, muchas de las cuales no cuentan con pediatras. Se calcula que hasta un 30% de los niños es atendido por profesionales que no son pediatras.Como se señala en el manifiesto del 'Día P 2022' el déficit “propicia que los pediatras en activo estén sometidos a un sobreesfuerzo, el que condiciona tener que atender a más niños en el mismo tiempo, con el consiguiente riesgo de cometer errores y afectar a la seguridad del paciente”.
Además de instar a medidas, la AEP ha iniciado una campaña en la plataforma Change.org en la que insisten en que 'Sin especialistas pediátricos, no hay salud infantil'.