Los profesionales de Medicina Interna quieren poder acceder a una mayor cobertura de pacientes, al contrario de lo que considern que ocurre en el modelo actual. Así se lo transmite a ConSalud.es la Dra. Juana Carretero, presidenta de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), quien le pide para ello al próximo Gobierno de España que siga el ejemplo de "Estados Unidos, algunos países europeos y la sanidad privada".
-¿Se sigue fragmentado aún más el sistema sanitario y la atención al paciente fruto de esa “superespecialización” que citan frecuentemente desde SEMI?
Sí. La atención al paciente, especialmente a nivel hospitalario, tanto durante la hospitalización como en consultas externas, continua muy fragmentada. En hospitales comarcales o en aquellos centros donde la hospitalización recae más en medicina interna y el resto de especialidades colaboran más en el apoyo mediante técnicas diagnosticas o terapéuticas, esta situación es menor. Sin embargo en hospitales más grandes, con mayor complejidad, es donde más se fragmenta dicha atención.
-Y para ello, ¿creen que hacen falta más especialistas en Medicina Interna?
Por supuesto. El SNS debe apostar claramente por el generalismo, y eso se traduce en formar y contratar más especialistas en Medicina Interna. En Estados Unidos, en algunos países europeos y cada vez más en la práctica privada, está ganando importancia el concepto de hospitalismo o medico hospitalista. Esto es, que un internista asuma la hospitalización de los pacientes médicos agudamente enfermos y que se apoye en el resto de facultativos para las pruebas necesarias o para consultas sobre cuestiones más complejas si fuesen necesarias. Este concepto también incluye el hecho de que los internistas tratemos a los pacientes médicos ingresados, por ejemplo, en oncología o cardiología, atendiendo de forma integral a todas sus comorbilidades.
Y como ya se hace en España, liderado desde hace muchos años por nuestro grupo de Asistencia compartida y medicina consultiva, dar apoyo a los pacientes quirúrgicos. Esta actividad ha demostrado disminuir las estancias, los costes asociados a la misma, las complicaciones médicas o quirúrgicas y, por supuesto, muy bien valorado tanto por los pacientes como por el personal sanitario. Apostar por más internistas en los hospitales ahorra costes y tiempo.
-“Antes no nos sentíamos tan escuchados, pero ahora creemos que cada vez nos escuchan más. La opinión que queremos transmitir se tiene en cuenta, igual que las de otros compañeros. Ahora se nos tiene más en consideración y vamos a seguir con esta línea de trabajo. Por eso uno de nuestros retos es darnos a conocer, tanto a la opinión pública como a la administración sanitaria”, comentaba hace unos meses en otra entrevista concedida a ConSalud.es. ¿Ha afectado para darse a conocer tantos cambios en el Ministerio de Sanidad en los últimos tiempos?
Así es, porque en otros ministerios no suele haber tanto recambio de ministro y los planes a largo plazo son más fáciles de llevar a cabo. Pero al final, en nuestro día a día, trabajamos más con las direcciones generales, tanto a nivel del Ministerio como de las comunidades autónomas. Y en ellas, afortunadamente, esto no es la norma, puesto que los equipos son más estables y, por tanto, nuestra interlocución es más fluida, así como el conocimiento que se tienen de SEMI y de nuestro trabajo. Todo ello se traduce en que se tiene en cuenta mucho más a la SEMI en los planes y programas del Ministerio.
-Se mantenga o no el mismo Gobierno tras las elecciones, ¿qué otras reivindicaciones sobre la especialidad le transmiten al futuro ministro?
Como decía al principio, al próximo ministro le pedimos valentía para afrontar el cambio que el sistema sanitario necesita: Virar hacia un modelo de Hospital del Futuro, un hospital líquido, sin barreras, con una amplia base de generalismo que pivote sobre la Medicina Interna, especialmente a nivel hospitalario. El internista tiene que ser el interlocutor ideal tanto con Atención Primaria como con los servicios quirúrgicos.
Relacionado con esto último, también pedimos la reactivación y consolidación de la “Estrategia Nacional de atención a la Cronicidad”, pivotada sobre la Atención Primaria y la Medicina Interna; apostar por las nuevas tecnologías y sistemas de información, avanzando en la historia clínica electrónica única; y la puesta en marcha del nuevo currículum de la especialidad de Medicina Interna, porque no podemos seguir formando a los nuevos MIR con planes del siglo XX.