Los servicios de Medicina Intensiva de toda España han afrontado con responsabilidad y entereza las diferentes oleadas de contagios por COVID-19 que hemos padecido desde marzo de 2020 hasta la actualidad. Médicos, enfermeros y auxiliares se han coordinado para trabajar en unidades de cuidados intensivos extendidas, al tiempo que afrontaban un desafío científico y profesional sin precedentes. “Hemos dado una respuesta basada en la profesionalidad y el compromiso. A pesar de las dificultades, los intensivistas no hemos bajado los brazos”, afirma el Dr. Ricard Ferrer, presidente de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC).
Un compromiso que se ha hecho patente no solo en la atención a los pacientes, sino también con respecto a las familias, el resto de las especialidades y la sociedad en general, abriendo las UCI en la medida de lo posible y dando a conocer la realidad de la Medicina Intensiva de nuestro país. Es precisamente este aspecto, el del compromiso social, el que vertebra la semana que viene el LVI Congreso Nacional de la SEMICYUC, que lleva como lema ‘Comprometidos socialmente’. “No podíamos fallar en el mayor reto que ha tenido la Medicina Intensiva en toda su historia.
La labor del intensivista respecto al paciente crítico no se limita a la asistencia sanitaria en las Unidades de Cuidados Intensivos
No podíamos fallar a la gente. Hemos habilitado tantos espacios como ha sido necesario y nos hemos coordinado para que nadie se quedara fuera, incluso con prestaciones tan complejas como la ECMO. La vocación y el compromiso con la sociedad ha sido clave, también en acercar los pacientes a sus familias cuando ha sido posible”, prosigue el Dr. Ferrer.
Está previsto que durante el Congreso se den a conocer los últimos datos actualizados del Registro COVID-19 de la SEMICYUC, que analiza el perfil de los pacientes críticos que han ingresado en las UCI de nuestro país por coronavirus. Este registro es el más importante de España en lo que respecta a pacientes críticos con SARS-CoV-2 y permite un buen número de investigaciones y estudios paralelos que benefician a toda la comunidad científica. “Los intensivistas han liderado el conocimiento científico en el paciente grave, mediante registros, proyectos de investigación y ensayos clínicos hemos visto como mejoraban los tratamientos y se reducía la mortalidad”, explica el doctor Ferrer.
La pandemia ha permitido subrayar su compromiso con pacientes y familiares en condiciones muy difíciles
De hecho, el Congreso permitirá a varios cientos de intensivistas compartir todo lo aprendido en torno a la COVID-19 en el último año, así como también en más de una docena de campos de trabajo tan heterogéneos como el transporte crítico, la sedación, la nutrición de pacientes críticos o los cuidados intensivos nefrológicos, entre otros. Será de forma no presencial, en un evento virtual que se ha organizado de modo que no afecte a la carga asistencial actual de las UCI, muchas aun llenas de pacientes, tanto COVID-19 como de otras patologías.
El LVI Congreso Nacional de la SEMICYUC tendrá lugar del 31 de mayo al 4 de junio. Se han programado más de 30 mesas redondas, conferencias magistrales y debates, en los que participaran intensivistas de referencia tanto de los principales hospitales de nuestro país como invitados extranjeros. Además, como cierre de este, está prevista una mesa redonda en la que se analizará la investigación COVID-19 en los países iberoamericanos, que actualmente es uno de los principales focos afectados por la pandemia global.