El pasado 11 de julio, la Sociedad Europea de Medicina Intensiva -que tiene más de 10.000 miembros- organizó la tercera reunión del Grupo de Interés de Cuidados Intensivos del Parlamento Europeo (EPIC-IG) con presencia de eurodiputados y representantes de la Comisión Europea. Pero, a pesar de haberse realizado ya con anterioridad, la reunión mantenida este verano en el Parlamento Europeo de Estrasburgo supuso un paso muy importante para los intereses de estos profesionales: se firmó una declaración conjunta y “sin precedentes” para asumir compromisos concretos de cara a mejorar la situación de los médicos intensivistas.
A nivel español, nuestro país estuvo representado por, entre otros, el reputado Dr. Ricard Ferrer, jefe del Servicio de Medicina Intensiva del Hospital Universitario Vall d’Hebron y expresidente de la Sociedad Española de Medicina Intensiva Crítica y Unidades Coronarias (SEMICyUC). “A los europarlamentarios les interesaba conocer, desde el punto de vista de la sociedad civil, cómo estaba el mundo de los intensivos y por qué había sido clave en la pandemia. Hay dos miembros del Parlamento que se reúnen regularmente con nosotros y a los que trasladamos cosas relacionadas con la Medicina Intensiva que pueden llevar al Parlamento”, explica el Dr. Ferrer a ConSalud.es.
“Los que hemos llevado más recientemente son aspectos de formación, porque necesitamos tener un cuerpo de intensivos potente y bien formado; y la resiliencia de los trabajadores: consideramos importantísimo que los europarlamentarios conozcan que hay un gran desgaste profesional asociado a la carga de trabajo y emocional que ha supuesto la pandemia”, añade.
COVID, PRESTIGIO PARA LA MEDICINA INTENSIVA… Y DESGASTE
La Medicina Intensiva, especialidad cuyo campo de actuación son las unidades de cuidados intensivos, ganó mucho prestigio a raíz de la Covid-19: “La especialidad ahora es más atractiva para aquellos que están preparando el MIR y buscando qué especialidad hacer, porque identifican la imagen que tienen de la pandemia de la gente que nos dedicamos en cuerpo y alma a esto, aunque en el fondo es muy sacrificado”.
Sin embargo, la pandemia también supuso un desgaste enorme para los profesionales, que todavía perdura hoy día. “Es algo que no nos podemos permitir como sociedad, porque, después, retenerlos cuesta mucho”. Por ello, señala el médico español, la Sociedad Europea de Medicina Intensiva ha solicitado en su reunión al Parlamento Europeo que se articulen “medidas transversales”.
"La especialidad ahora es más atractiva para aquellos que están preparando el MIR"
De cara a la formación, por ejemplo, destaca el hacer que la especialidad esté “mejor recompensada” entre los jóvenes y repartir bien los tiempos entre los que son puramente asistenciales y aquellos que se deben dedicar actividades de docencia e investigación.
A nivel de resiliencia de los trabajadores, insiste, buscan evitar el riesgo de desgaste profesional asociado a lo que supone “dar servicio 24/7 a pacientes tan graves” y con turnos de trabajo tan exigentes. “Las soluciones que yo veo son de este tipo, de organización del tiempo de trabajo y búsqueda del tiempo de descanso, porque ahora mismo no hay una norma establecida”, denuncia.
“Si estás de guardia el sábado y el domingo, ¿cómo descansas? Además, en algunos países todavía hacemos guardias de 24 horas, mientras que otros ya no las hacen, y sobre esto no hay un estándar europeo para regular los tiempos de trabajo”.
EN BUSCA DEL MODELO IDEAL
Otro de los objetivos que busca el mencionado Grupo de Interés de Cuidados Intensivos del Parlamento Europeo es, precisamente, homogeneizar un poco la visión de los intensivistas de los distintos países miembro, ya que el modo de abordar la especialidad varía mucho dependiendo de donde se haga. De hecho, en algunos países ni tan siquiera existe la especialidad de Medicina Intensiva como tal.
“En algunos, el acceso a la especialidad es como superespecialidad. Tú eres cardiólogo o neumólogo, y luego haces dos años más para ser intensivista. Y en otros países, como España, es por vía directa: Igual que haces Cardiología, puedes hacer Medicina Intensiva directamente”, explica el Dr. Ferrer.
"El modo de abordar la especialidad varía mucho dependiendo del país"
A pesar de esta heterogeneidad, señala, las competencias que tienen los intensivistas europeos son las mismas… y también los problemas. Por eso, las reuniones celebradas en Estrasburgo sirven también para compartir impresiones e intercambiar puntos de vista.
“Probablemente haya modelos de países mejores que otros. Entonces, vayamos al modelo de ese país, ¿no? Al final, hemos de ir a buscar el modelo que mejore la resiliencia de los trabajadores: Organización de la UCI, tiempo asistencial, tiempo no asistencial, descansos… etc, porque todo ello acaba repercutiendo en el paciente”, sentencia.
Precisamente, la junta directiva de la SEMICyUC posterior a la presidida por Ferrer implantó ‘La UCI te cuida’, un proyecto social que tiene como objetivo abordar al paciente y visibilizar el trabajo que con ellos realizan los profesionales de Medicina Intensiva, y que ahora ya es del conocimiento de Europa.