Entre el 2 y 4% de la población mundial sufre rinosinusitis crónica con poliposis nasal, una patología inflamatoria que produce obstrucción nasal, rinorrea, alteración del olfato y dolor o presión facial. El 80% de estos pacientes padece una alteración de la vía inflamatoria tipo 2, lo que se traduce en comorbilidades como el asma, la dermatitis atópica, la esofagitis eosinofílica o la intolerancia a algunos antiinflamatorios. Una patología que supone una importante carga asistencial y que precisa de un abordaje multidisciplinar.
En este contexto, un grupo de profesionales sanitarios de distintas especialidades han participado en el desarrollo del ‘Manual de manejo multidisciplinar de la inflamación T2 en pacientes con rinosinusitis crónica con poliposis nasal (RSCcPN) de la Comunidad Valenciana’, la primera guía en poliposis nasal generada desde el consenso de diferentes especialidades como han sido Alergología, Otorrinolaringología y Neumología. “Es un ejemplo de cómo podemos aunar esfuerzos para el mejor manejo del enfermo, que es el que realmente se ve beneficiado de una buena interrelación entre las diferentes especialidades involucradas en la patología Th2”, explica a ConSalud.es el Dr. Brian Vila, neumólogo del Hospital Marina Baixa y uno de los autores de este manual.
Los médicos conocerán la forma de trabajar de sus compañeros, se mejorarán las relaciones entre ellos y se perfeccionarán los protocolos de derivación y atención al enfermo
La rinosinusitis crónica con poliposis nasal asociada a la vía inflamatoria T2 es una patología especialmente compleja con un importante impacto en la salud mental y calidad de vida de los pacientes. Este tipo de inflamación no solo afecta a la mucosa nasal, sino también a otras partes del cuerpo, y es desencadenante tanto de la poliposis como del asma. En pacientes con asma la poliposis nasal está presente en más del 35%, sobre todo en los casos más graves, y en los pacientes con poliposis el riesgo de padecer asma es 3,5 veces mayor. “La afectación más severa se presenta en aquellos pacientes con la enfermedad respiratoria exacerbada por ácido acetilsalicílico/antiinflamatorios no esteroideos (EREA) que asocian asma, poliposis e intolerancia a la ácido acetilsalicílico, representando hasta el 40% del asma grave”, incide el Dr. Vila.
Abordar a estos pacientes precisa de diferentes especialistas que atiendan la diversa sintomatología y las comorbilidades que se dan, así como que conozcan los tratamientos que existen para mejorar su calidad de vida. Una situación que precisa de consenso y colaboración entre todos los especialistas implicados, como recoge el Manual desarrollado en la Comunidad Valenciana.
EL VALOR DEL CONSENSO
La guía ha conseguido integrar el trabajo de tres especialidades muy diferentes que comparten una patología. “Tenemos desde una parte muy quirúrgica y otras muy médicas, por lo que el manual nos está plasmando la forma de trabajar de cada una de ellas en una enfermedad muy concreta como puede ser la inflamación T2 en pacientes con poliposis nasal”, indica el experto. De esta forma, cualquier profesional puede consulta de forma sencilla la actuación de sus compañeros de otras especialidades. “El manual refleja lo necesario para llegar al diagnóstico y valorar las comorbilidades, cómo tratar al enfermo, y en qué momento es necesario escalonar el tratamiento a una cirugía o fármaco biológico, así de cómo debe realizarse el seguimiento”.
"Nos muestra el camino a la medicina del futuro, donde una patología que involucra a diferentes especialistas tiene que ser abordada desde una visión global y multidisciplinar"
De esta forma, los médicos conocerán la forma de trabajar de sus compañeros, se mejorarán las relaciones entre ellos y se perfeccionarán los protocolos de derivación y atención al enfermo. No en vano, el manual no sólo puede ayudar a los hospitales a tener una referencia para trabajar en su propio protocolo adaptado a su centro y necesidades, “sino que nos muestra el camino a la medicina del futuro, donde una patología que involucra a diferentes especialistas tiene que ser abordada desde una visión global y multidisciplinar, con la agilidad suficiente para que el enfermo no se pierda en las listas de espera y se demore el diagnóstico y tratamiento”, señala el experto.
A su vez, este consenso es un ejemplo de que potenciar unidades multidisciplinares dedicadas a esta patología significaría un mejor manejo y control de la entidad, “no solo con la disminución del coste sanitario por asma o intervenciones de poliposis”, indica el neumólogo, sino que los pacientes además se beneficiarán de un diagnóstico más rápido y un tratamiento consensuado que repercutirán en “una mejora de la calidad de vida y ahorro futuro a nivel de gasto en bajas”.
En definitiva, concluye el Dr. Vila, “la creación de manuales o protocolos internos de cada centro son de vital importancia para disminuir los tiempos de espera y poder ofrecer a nuestros enfermos lo que necesitan en cada momento, mejorando el manejo actual y la disminución de complicaciones futuras”.