En este sentido, hace unos años surgió Reticare, una compañía cuyo producto, aseguran, “es de primera necesidad, especialmente para los niños”. Y es que, bajo la premisa de que la luz azul que irradian los dispositivos móviles es perjudicial para la salud ocular, venden unos protectores que salvan al consumidor de estos males.
Sin embargo, tal y como han explicado en ECSalud.com en varias ocasiones, los expertos niegan tal mal y tal beneficio…
"No hay ningún estudio realizado en humanos y es necesario antes de poder emitir una recomendación definitiva acerca del daño de la luz azul"
Es decir, aunque la estrategia de ventas de Reticare haya sido la del miedo, especialmente cuando su publicidad incluye la imagen de menores, una vez más, los especialistas han mostrado su rechazo contra los productos de la compañía.Y es que, desde la Sociedad Española de Oftalmología (SEO) han emitido un comunicado expresando que “tras el análisis concienzudo de la literatura científica existente el tema, la evidencia científica actual no demuestra que la luz azul dañe el ojo y el beneficio de los filtros azules en la prevención de daños oculares por dicha radiación luminosa. No hay ningún estudio realizado en humanos, necesarios antes de poder emitir una recomendación definitiva acerca del daño de la luz azul emitida por las pantallas de visualización”.
Además, insisten en que “los estudios deben realizarse en humanos y bajo unas condiciones de uso reales y no in vitro o en animales de experimentación sometiéndolos a luces azules de gran intensidad”.
Si bien es cierto que suscriben la necesidad de realizar dichas investigaciones para establecer medidas de salud, “actualmente no se puede recomendar es el uso de pantallas de protección de luz azul como el de Reticare para evitar un daño no demostrado en condiciones reales y en humanos por estos dispositivos”.