La Conferencia General de Política Universitaria ha dado el visto bueno a la apertura de la Facultad de Vic, cuyo grado de Medicina entrará en vigor en el curso 2017/2018 con 80 plazas
Según confirman a Consalud.es fuentes del Ministerio de Educación, la Conferencia General de Política Universitaria ha aprobado un máximos de 6.995 plazas a ofertar por las facultades de Medicina españolas para el curso 2017/2018, de las cuales 5.685 son para universidades públicas y 1.310 para universidades privadas.La cifra supone un 1,7% (118 plazas) más respecto al año pasado, pero en comparación con las plazas aprobadas hace 10 años, actualmente pueden entrar a la carrera un 47,8% más de alumnos que por entonces, cuando el límite de plazas (también conocido como numerus clausus) era de 4.732, una cifra que además suponía ya un 15% más que lo ofertado dos años atrás.
Desde el curso 2007/2008 al de 2017/2018, el número de facultades ha pasado de 28 a 42, la última de ellas, la facultad de Vic, en Cataluña, que se inaugurará el próximo curso con un límite de 80 plazas. Este aumento de facultades y de plazas universitarias, sin embargo, no se corresponde con el incremento de plazas MIR ofertadas por el Ministerio de Sanidad.
De hecho mientras que en la convocatoria 2007/2008 seofertaban 6.388 plazas MIR para médicos, en la convocatoria de 2017 la cifra incluso se ha reducido, ofertándose 6.328 plazas. Este desbarajuste ha provocado que hasta el 40% de los médicos que aprobaron el pasado MIR se quedaran sin plazas, teniendo que volver a presentarse, tomar una vía laboral distinta o emigrar al extranjero.
“Hemos perdido la confianza en el Ministerio de Educación, porque sigue aumentando los numerus clausus y autorizando más facultades de Medicina, todo ello sin ningún estudio que lo respalde, sólo por una mera cuestión política”, señala a este periódico Alejandro Iñarra, presidente electo del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM).
ANTIGUA REIVINDICACIÓN
En el año 2012, el Foro de la Profesión Médica ya alertaba de que el “confuso mensaje” de que se necesitaban médicos en España hizo que en los primeros años del 2.000 se produjera un “efecto llamada” para ingresar en las facultades ante las buenas perspectivas de empleo, lo que conllevó, a su vez, a que se promovieran nuevas facultades y se ofertaran más plazas universitarias. De esta forma, “ante el estupor de algunos”, de 2005 a 2012 se pasaron de 4.350 a más 7.000 alumnos de nuevo ingreso.
Desde entonces, la tendencia ha continuado, lo que para el CEEM genera un futuro profesional “incierto” para los estudiantes, “puesto que muchos de nuestros compañeros se quedarán sin plaza para continuar su formación”, según señala Sara Vargas, Vicepresidenta de Asuntos Externos del CEEM, quien también recuerda que la masificación de los hospitales supondría un detrimento en la calidad asistencial de los pacientes y un retroceso “en la excelente formación en el ámbito médico que actualmente se ofrece en nuestro país, lo que acabaría derivando en un menor trato con los pacientes y, en consecuencia, una grave deshumanización de la medicina”.
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