En estos primeros días de campaña electoral, a las puertas de nuevas elecciones generales y europeas, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) ha hecho un llamamiento a todos los partidos políticos para que tengan en cuenta e incluyan en sus programas políticos medidas que ayuden a frenar y combatir el tabaquismo y la contaminación ambiental. Ambos son dos importantes factores de riesgo en el desarrollo de enfermedades muy prevalentes, no solo del ámbito respiratorio. Además están asociados a un elevado coste en vidas humanas.
“Se estima que el tabaquismo causa en España cerca de 60.000 muertes anuales y la contaminación llega a causar 10.000. Pero conviene recordar que una persona que no fume y viva en contacto continuo con altos niveles de contaminación es equiparable a que fumase entre 5 y 10 cigarrillos diarios”, apunta el doctor Carlos A. Jiménez-Ruiz, presidente de Separ.
El tabaquismo causa en España cerca de 60.000 muertes anuales y la contaminación llega a causar 10.000
En el ámbito del tabaquismo, Separ recuerda que es necesario seguir impulsando la legislación contra el tabaco con medidas como la creación de un paquete genérico, el desarrollo de campañas poblacionales de información y concienciación sobre el tabaquismo, la financiación pública del tratamiento farmacológico del tabaquismo, y potenciando el cumplimiento de la actual legislación, entre otras.
En cuanto a la contaminación ambiental cabe tener en cuenta que en España, el 35% de la población respira aire contaminado, la gran mayoría en las grandes ciudades y núcleos industriales, por lo que el reto para los profesionales de la salud respiratoria es conseguir un aire más limpio con mediadas que frenen la emisión de gases y partículas contaminantes, reduciendo el tráfico rodado, favoreciendo el uso del transporte público e impulsando el desarrollo de energías renovables y la creación de espacios verdes en las grandes ciudades.
La preocupación de la Separ sobre la necesidad de seguir legislando contra el consumo de tabaco se ha basa en los datos del Estudio Edades que muestran que el consumo de España de drogas se ha estabilizado excepto el cannabis y el tabaco. En 2017, el 69,7 % de la población de 15 a 64 años reconoce haber fumado alguna vez en la vida, el 40,9 % en el último año, el 38,8 % en el último mes y el 34 % diariamente en el último mes, lo que significa 3.6 puntos porcentuales más que en el 2011.
Además la encuesta señala también que 2 de cada 3 fumadores se ha plantado dejar de fumar y de estos, 2 de cada 3 lo han intentado. En cuanto al cigarrillo electrónico Edades muestra que el 8,8 % de la población de 15 a 64 años lo ha usado alguna vez el 1,5 % en el último mes.
2 de cada 3 fumadores se ha plantado dejar de fumar y de estos, 2 de cada 3 lo han intentado
Por todo ello, instan a los políticos a tener en cuenta las medidas más eficaces frente al tabaquismo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) resume en la iniciativa Mpower: Monitorizar y medir el consumo de tabaco, proteger a la población del humo del tabaco, ofrecer ayuda para el abandono del tabaco, ‘warning’ o advertir de sus peligros, ‘enforce’ o prohibir la publicidad del tabaco y ‘raise’ o subir los impuestos del tabaco”, explica el Dr. Carlos A. Jiménez-Ruiz, y añade: “la forma recomendada de implementar esta medidas es mediante leyes, redactadas de forma correcta, vigiladas de forma adecuada y sancionadas de forma proporcionada”.
En relación a estas medidas, cabe recordar que recientemente Separ ya propuso al Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social cinco medidas para controlar el tabaquismo, que son: incrementar el precio del tabaco, implantar el empaquetado genérico, facilitar el abandono del consumo de tabaco a los fumadores, extender la regulación del consumo de tabaco a otros espacios públicos y vigilar y controlar el cumplimiento de la actual Ley nacional del consumo de tabaco en lugares públicos.
Finalmente, Separ recuerda también que el tabaco es causante de un doble impacto ambiental como cultivo y como desecho. “Es este un aspecto del que ni los fumadores, ni los ciudadanos en general, ni los responsables de políticas ambientales son conscientes”, reconoce el doctor Jiménez-Ruiz.