El anuncio, por parte del rector de la Universidad de Alicante, de recuperar la Facultad de Medicina de cara al curso 2018-2019, sigue despertando reacciones adversas por parte de los propios estudiantes de Medicina.
Como señala la Junta de Facultad de Medicina (que también incluye al decano y a los vicedecanos), la apertura de un nuevo centro en Alicante “no se justifica” dado que “no existe una demanda real de mayor número de médicos, más bien al contrario. En todo caso, aumentar el número de estudiantes de medicina y no aumentar el número de plazas de especialización es económicamente gravoso y socialmente un engaño”.
Y es que, como recuerda el colectivo, existe un desfase entre el número de alumnos egresados en las facultades españolasy el número de posibles admitidos al periodo de especialización (en 2017 se quedarán sin plaza casi 7.000 profesionales) “con lo que se crea una bolsa de médicos en paro”. En este sentido, añaden, todas las sociedades médicas y científicas ya han expuesto en diversas ocasiones la necesidad de una mayor coordinación para realizar una planificación que adecúe el numerus clausus a estas necesidades reales de las plazas MIR de los hospitales acreditados “y que se frene el crecimiento del número de Facultades de Medicina”.
En el caso concreto de Alicante, por otra parte, la Universidad Miguel Hernández tiene convenios suscritos con cuatro hospitales de la provincia, por lo que la apertura de una nueva facultad “supondría la realización de prácticas hospitalarias de sus alumnos en hospitales no acreditados o la supresión de nuestros convenios con los hospitales universitarios citados abocando a nuestros estudiantes a una formación de menor calidad y a nuestro profesorado a una situación de profunda incertidumbre”.
UN “DESPILFARRO”
A nivel económico, además, la financiación deficitaria de las universidades, la situación económica de muchas de ellas y la falta de posibilidad de convocar plazas de profesorado “impiden desarrollar los criterios de calidad suficientes que exige nuestra sociedad”, por lo que una nueva Facultad “es un despilfarro insostenible”.
La Junta de Facultad espera así que, en el caso que las autoridades competentes considerasen necesario aumentar el número de médicos, “nos ofrecemos a solicitar a la Agencia Nacional de la Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) que nos autorizase ampliar nuestra oferta de matrícula y, en consonancia, también debería aumentarse las plazas ofertadas de especialización en el sistema MIR”.
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La Junta considera que en Alicante “no existe una demanda real de mayor número de médicos, más bien al contrario”
Si hace unas semanas fue el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM) el que mostró su absoluto “rechazo” a la apertura de nuevas facultades en España, ahora son los profesores y los alumnos de la Facultad de Medicina de la Universidad Miguel Hernández de Elche (donde se trasladaron los estudios en 1997), los que consideran que no es necesario recuperar la facultad de la Universidad de Alicante y tener dos en la misma provincia.Como señala la Junta de Facultad de Medicina (que también incluye al decano y a los vicedecanos), la apertura de un nuevo centro en Alicante “no se justifica” dado que “no existe una demanda real de mayor número de médicos, más bien al contrario. En todo caso, aumentar el número de estudiantes de medicina y no aumentar el número de plazas de especialización es económicamente gravoso y socialmente un engaño”.
Y es que, como recuerda el colectivo, existe un desfase entre el número de alumnos egresados en las facultades españolasy el número de posibles admitidos al periodo de especialización (en 2017 se quedarán sin plaza casi 7.000 profesionales) “con lo que se crea una bolsa de médicos en paro”. En este sentido, añaden, todas las sociedades médicas y científicas ya han expuesto en diversas ocasiones la necesidad de una mayor coordinación para realizar una planificación que adecúe el numerus clausus a estas necesidades reales de las plazas MIR de los hospitales acreditados “y que se frene el crecimiento del número de Facultades de Medicina”.
En el caso concreto de Alicante, por otra parte, la Universidad Miguel Hernández tiene convenios suscritos con cuatro hospitales de la provincia, por lo que la apertura de una nueva facultad “supondría la realización de prácticas hospitalarias de sus alumnos en hospitales no acreditados o la supresión de nuestros convenios con los hospitales universitarios citados abocando a nuestros estudiantes a una formación de menor calidad y a nuestro profesorado a una situación de profunda incertidumbre”.
UN “DESPILFARRO”
A nivel económico, además, la financiación deficitaria de las universidades, la situación económica de muchas de ellas y la falta de posibilidad de convocar plazas de profesorado “impiden desarrollar los criterios de calidad suficientes que exige nuestra sociedad”, por lo que una nueva Facultad “es un despilfarro insostenible”.
La Junta de Facultad espera así que, en el caso que las autoridades competentes considerasen necesario aumentar el número de médicos, “nos ofrecemos a solicitar a la Agencia Nacional de la Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) que nos autorizase ampliar nuestra oferta de matrícula y, en consonancia, también debería aumentarse las plazas ofertadas de especialización en el sistema MIR”.
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