Los estudiantes de Medicina consideran que la formación en Bioética durante los seis años de carrera no ofrece la suficiente visión crítica sobre el sistema, y que es una asignatura que sume al alumno en un rol “pasivo”. Así lo considera Cecilia Sanjuán, coordinadora de la Comisión de Bioética y ética Médica del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), quien considera que la formación en este sentido tiene que dar un “giro completo” en las universidades, como señala en declaraciones recogidas por el portal MedicosyPAcientes de la OMC.
La portavoz estudiantil cree de esta forma que “es importante fijarse en los agentes que intervienen en la medicalización de la vida y cómo estos pueden llegar a afectar a nuestra formación convirtiéndonos a los estudiantes en parte de este proceso”, por lo que reivindica que la asignatura destinada a la Bioética no sea una materia “de pocos créditos que es fácil aprobar sin ir a clase”.
Frente a ello, explica, “debería pasar a ser una materia en la que el estudiante pasase a adoptar una postura activa de manera continua, alejándonos del común rol de actor ‘'pasivo'' que por norma vivimos en nuestras facultades. Hemos de pensar maneras mediante las cuáles potenciar nuevas metodologías de aprendizaje que sitúen al estudiante en el centro del proceso”, añade Sanjuán.
NECESIDAD DE REFLEXIÓN
Y es que son varios los estudios que alertan sobre la necesidad de mejorar la formación en bioética de los profesionales sanitarios. En este sentido, un artículo publicado en la Revista Médica Electrónica en 2011 concluía que “el componente valorativo, siempre presente en la actividad médica, ahora más que nunca debe ser desarrollado con excelencia, de modo que las decisiones que se adopten no se conviertan en un acto de obediencia moral, sino en algo significativo para el individuo, acompañadas de vivencias emocionales positivas y de una reflexión que contribuya al perfeccionamiento”.
En el mismo sentido, otro estudiopublicado en la Revista de Bioética y Derecho por Ángela Lavilla instaba a que en la asignatura de Bioética “se pongan sobre la mesa los temas tratados y se faciliten conocimientos en bioética que permitan, por una parte, reconocer y analizar decisiones y acciones con un componente de tipo ético y por otra, debatir sobre los nuevos problemas que el desarrollo actual de la ciencia y la tecnología puedan plantear”.
Porque salud necesitamos todos… ConSalud.es
“Simplemente participamos de una enseñanza que promueve la memorización de conceptos sin poder siquiera reflexionarlos o rebatirlos”
Durante los estudios de Medicina, “simplemente participamos de una enseñanza que promueve la memorización de conceptos sin poder siquiera reflexionarlos o rebatirlos. En las últimas décadas la enfermedad ha pasado de ser un constructo social a ser un proceso industrial en la medida en que ciertos grupos de interés y empresas tienen la puerta a crear enfermedades”, señala Sanjuán. La portavoz estudiantil cree de esta forma que “es importante fijarse en los agentes que intervienen en la medicalización de la vida y cómo estos pueden llegar a afectar a nuestra formación convirtiéndonos a los estudiantes en parte de este proceso”, por lo que reivindica que la asignatura destinada a la Bioética no sea una materia “de pocos créditos que es fácil aprobar sin ir a clase”.
Frente a ello, explica, “debería pasar a ser una materia en la que el estudiante pasase a adoptar una postura activa de manera continua, alejándonos del común rol de actor ‘'pasivo'' que por norma vivimos en nuestras facultades. Hemos de pensar maneras mediante las cuáles potenciar nuevas metodologías de aprendizaje que sitúen al estudiante en el centro del proceso”, añade Sanjuán.
NECESIDAD DE REFLEXIÓN
Y es que son varios los estudios que alertan sobre la necesidad de mejorar la formación en bioética de los profesionales sanitarios. En este sentido, un artículo publicado en la Revista Médica Electrónica en 2011 concluía que “el componente valorativo, siempre presente en la actividad médica, ahora más que nunca debe ser desarrollado con excelencia, de modo que las decisiones que se adopten no se conviertan en un acto de obediencia moral, sino en algo significativo para el individuo, acompañadas de vivencias emocionales positivas y de una reflexión que contribuya al perfeccionamiento”.
En el mismo sentido, otro estudiopublicado en la Revista de Bioética y Derecho por Ángela Lavilla instaba a que en la asignatura de Bioética “se pongan sobre la mesa los temas tratados y se faciliten conocimientos en bioética que permitan, por una parte, reconocer y analizar decisiones y acciones con un componente de tipo ético y por otra, debatir sobre los nuevos problemas que el desarrollo actual de la ciencia y la tecnología puedan plantear”.
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