El reciente anuncio del rector de la Universidad de Alicante de recuperar la Facultad de Medicina (que pasó a la Universidad Miguel Hernández de Elche en 1997) para el curso 2018-2019 no ha sentado bien a los estudiantes de Medicina.
Frente a ello, señala la portavoz estudiantil, “debemos evitar entrar en un sistema viciado en el que se aumente el número de estudiantes de Medicina a cambio de reducir la calidad de la formación, el bienestar de los pacientes y, en resumidas cuentas, la humanidad del Sistema Sanitario”.
El problema, según llevan defendiendo los estudiantes desde hace años, es que la oferta académica actual no se corresponde con las plazas MIR que luego oferta el Ministerio de Sanidad, lo que aboca a muchos profesionales a emigrar al extranjero.
De esta forma, por cada nuevo centro de formación de nuevos médicos “se agudiza un círculo vicioso ya agonizante, en el que cada vez entran más candidatos en un sistema que no va a poder acogerlos”.
Como ejemplo de ello, Atienza recuerda que el número de plazas MIR ofertadas para 2017, cuyo examen se celebró el pasado 28 de enero, era de 6.098. Sin embargo, el número de aspirantes se elevaba hasta los 13.439. “Esto significa que hay 2,12 aspirantes por cada plaza a ocupar, problema derivado de un sistema en el que se produce un mayor número de médicos del que va a poder acoger el SNS”, añade la representante del CEEM.
Los estudiantes consideran por tanto que, ante la actual situación, que lleva siendo la tónica dominante durante los últimos años, “las instituciones deben oponerse a la apertura de este conjunto de nuevas Facultades en consonancia con el objetivo de conseguir una Medicina más humana, no sólo a nivel asistencial, sino también a nivel formativo”.
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Los estudiantes denuncian que por cada nueva facultad “se agudiza un círculo vicioso ya agonizante, en el que cada vez entran más candidatos en un sistema que no va a poder acogerlos”
Beatriz Atienza, vicepresidenta de Asuntos Externos del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM) recuerda que, en los últimos tiempos, la idea de abrir nuevas facultades “ha causado furor entre las instituciones universitarias y sanitarias” y que en poco tiempo se ha implantado el Grado en Medicina en Baleares, mientras que se están finiquitando las peticiones de apertura de nuevas facultades, en la Universidad de Vic en Cataluña o la Universidad Internacional de Canarias, además de Alicante.Frente a ello, señala la portavoz estudiantil, “debemos evitar entrar en un sistema viciado en el que se aumente el número de estudiantes de Medicina a cambio de reducir la calidad de la formación, el bienestar de los pacientes y, en resumidas cuentas, la humanidad del Sistema Sanitario”.
El problema, según llevan defendiendo los estudiantes desde hace años, es que la oferta académica actual no se corresponde con las plazas MIR que luego oferta el Ministerio de Sanidad, lo que aboca a muchos profesionales a emigrar al extranjero.
De esta forma, por cada nuevo centro de formación de nuevos médicos “se agudiza un círculo vicioso ya agonizante, en el que cada vez entran más candidatos en un sistema que no va a poder acogerlos”.
Como ejemplo de ello, Atienza recuerda que el número de plazas MIR ofertadas para 2017, cuyo examen se celebró el pasado 28 de enero, era de 6.098. Sin embargo, el número de aspirantes se elevaba hasta los 13.439. “Esto significa que hay 2,12 aspirantes por cada plaza a ocupar, problema derivado de un sistema en el que se produce un mayor número de médicos del que va a poder acoger el SNS”, añade la representante del CEEM.
Los estudiantes consideran por tanto que, ante la actual situación, que lleva siendo la tónica dominante durante los últimos años, “las instituciones deben oponerse a la apertura de este conjunto de nuevas Facultades en consonancia con el objetivo de conseguir una Medicina más humana, no sólo a nivel asistencial, sino también a nivel formativo”.
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