Las asociaciones de estudiantes de Medicina han desarrollado un manifiesto en contra del Fondo de Liquidez Autonómico. Según exponen en un comunicado, “desde la Federación Española de Estudiantes de Medicina para la Cooperación Internacional (IFMSA-Spain), l’Associació d’Estudiants de Ciències de la Salut (AECS), el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), y el Consell d’Estudiants de Medicina de Catalunya (CEMCAT), hacemos público este posicionamiento para mostrar nuestro rechazo al reciente acuerdo del Gobierno Central con la patronal de la industria farmacéutica, el cual garantiza un nivel de gasto público anual constante en medicamentos registrados por las empresas implicadas, disminuyendo así el consumo de medicamentos genéricos”.
Si bien en dicho acuerdo se explicita que “se facilitará la adhesión a aquellas comunidades que lo deseen, el Gobierno está obligando a las comunidades autónomas a formar parte del mismo. Todas las CCAA deben cumplir el requisito indispensable de adscribirse al convenio anteriormente mencionado para poder acceder al Fondo de Liquidez Autonómico (FLA)”, apuntan los estudiantes en el comunicado.
Los estudiantes señalan que esta medida implica que los Sistemas de Salud autonómicos “se vean obligados a reducir la prescripción de medicamentos genéricos para acceder a las ayudas económicas estatales, que aseguran el mantenimiento de los servicios públicos en situaciones de necesidad
A su vez, señalan que esta medida implica que los Sistemas de Salud autonómicos “se vean obligados a reducir la prescripción de medicamentos genéricos para acceder a las ayudas económicas estatales, que aseguran el mantenimiento de los servicios públicos en situaciones de necesidad. La falta de presupuesto para dichos servicios pondría en jaque la salud de la población. El gasto público queda de esta forma supeditado al interés de ciertas empresas y no a las necesidades de la población general”.
Por otro lado, las asociaciones de estudiantes de Medicina apuntan que es el personal sanitario quien debe elegir qué fármaco, de marca o genérico, se ha de recetar a cada paciente en pro de su beneficio y según las características tanto del paciente como del medicamento. “Debemos alejarnos de una Medicina influenciada por los intereses económicos y lucrativos que haya detrás y conseguir una sanidad completamente ética y transparente”.