La lipoproteína (a), un tipo de colesterol "malo" que afecta a una de cada cinco personas

Este tipo de colesterol provoca infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares de forma precoz.

Colesterol (Foto. Freepik)
Colesterol (Foto. Freepik)
Ander Azpiroz
23 marzo 2022 | 12:55 h

Con motivo del Día de la Lipoproteína (a), que se celebra este jueves 24 de marzo,  el Grupo de Trabajo de Dislipemias y Riesgo Residual de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) se une a la campaña de la Family Heart Foundation, que tiene como objetivo concienciar sobre la importancia de este tipo de colesterol LDL (“malo”) que, aunque todavía no está muy reconocido, es un factor de riesgo genético de enfermedad cardiovascular.

Las lipoproteínas son sustancias que se encargan de transportar el colesterol en sangre. Hay dos tipos principales: las lipoproteínas de alta densidad, conocidas como colesterol HDL o “bueno”, y las lipoproteínas de baja intensidad, que se conocen como colesterol LDL o “malo”.

En palabras de la doctora Mª Rosa Fernández Olmo, cocoordinadora del Grupo de Trabajo de Dislipemias y Riesgo Residual de la SEC, “la lipoproteína (a) es un tipo de colesterol LDL malo” con una proteína adicional que parece incrementar el riesgo de coágulos. Y al igual que el colesterol LDL puede incrementar el riesgo de sufrir un infarto de miocardio o un accidente cerebrovascular de forma precoz”.

Es importante medir los niveles de lipoproteína (a) en sangre, ya que unos resultados de colesterol total normales no garantizan que la lipoproteína (a) no esté elevada

La especialista advierte que con la lipoproteína (a) no funcionan las estrategias típicas de reducción del colesterol LDL, como la dieta, el ejercicio físico o la medicación para reducir los lípidos. “La lipoproteína (a) es una condición genética que se da en algunas familias, su cantidad en sangre viene determinada genéticamente y se mantiene constante durante toda la vida del individuo. Se sabe que una de cada cinco personas en todo el mundo hereda la lipoproteína (a) elevada”.

Se puede calificar como un nivel alto de lipoproteína (a) cuando sus niveles en sangre se encuentren por encima de los 50mg/dl, lo que provoca un riesgo cardiovascular.

Debido a la dificultad para reducir estos niveles, las guías de práctica clínica recomiendan usar fármacos para bajar los niveles de colesterol LDL en todas aquellas personas con la lipoproteína (a) elevada.

“Como no tenemos opciones para actuar directamente sobre la lipoproteína (a) el objetivo es controlar el resto de los factores de riesgo cardiovascular y mantenerlos a raya. Además de bajar los niveles de colesterol 'malo', hay que seguir una dieta equilibrada, hacer ejercicio físico de intensidad moderada de forma regular, evitar la obesidad y el sobrepeso, no fumar, y controlar los niveles de presión arterial y glucosa en sangre”, apunta el doctor Alberto Cordero Fort, también coordinador del Grupo de Trabajo de Dislipemias y Riesgo Residual de la SEC.

Por último, desde la sociedad científica destacan la importancia de medirla. En este sentido, explican que la lipoproteína (a) no se mide de forma rutinaria en las analíticas y, sin embargo, es importante hacerlo ya que una persona puede tener niveles de colesterol total normales y aún así tener elevada la lipoproteína (a). A su vez, "en caso de que una persona la tenga elevada, debe comunicarala a sus familiares (hermanos, padres, hijos) para que estos peudan hacerse un análsis y conocer su situación", concluyen los expertos.

 

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