El sistema de libertad de elección sanitaria que existe en España permite a los ciudadanos seleccionar tanto el centro donde quieren ser atendidos como el facultativo que les atienda, siempre dentro de la Comunidad Autónoma donde residen. Sin embargo, “es importante tener en cuenta que la gestión de la sanidad está basada desde 1986 en la descentralización y cada región tiene competencias para organizar y regular sus propios servicios de salud, lo que implica que las políticas y el funcionamiento de la libre elección sanitaria varía considerablemente entre ellas, con Madrid, País Vasco o Andalucía como algunas de las zonas donde hay mayor libertad de elección”. Así se desprende del nuevo análisis ‘Libertad de elección en materia sanitaria en España’, elaborado por el Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada.
De este último análisis, el Grupo de Estudios e Investigación del ICGEA extrae algunas conclusiones de calado no solo relativas a los beneficios de la libre elección para los ciudadanos como principales beneficiarios del Sistema Nacional de Salud (SNS), sino también para los profesionales y el correcto funcionamiento del engranaje sanitario en pro de garantizar una correcta atención médica en todas sus vertientes: primaria, especializada y hospitalaria.
“Al ser los propios pacientes los que hacen una selección de los centros y de los sanitarios que quieren que les atiendan, se puede saber en cada momento cuáles son los más demandados, lo que aumenta el esfuerzo por parte de los consultorios y el personal sanitario por ofrecer un mejor nivel de atención para atraer y retener a sus pacientes”, indica Jesús Sánchez Lambás, vicepresidente ejecutivo del ICGEA.
“No hablamos de competencia mercantil, al contrario. Nos referimos a una diferenciación que impulsa a los profesionales sanitarios a ofrecer una atención sanitaria basada en la calidad y la eficiencia. Al fin y al cabo, son los propios ciudadanos los que eligen qué profesional quiere que los atienda. La profesionalidad es un valor objetivo del SNS, pero otros factores determinantes como la capacidad comunicativa, la cercanía, la empatía y el grado de implicación y compromiso con el paciente son parámetros diferenciadores que juegan un rol esencial a la hora de ser elegidos o descartados", explica.
El paciente siempre puede ejercer su libre derecho de seleccionar al médico que les atienda tanto a ellos como a sus hijos y dependientes”, puntualiza
La libertad de elección en el ámbito sanitario se convierte, por tanto, en un buen indicador para los gestores sanitarios en una Comunidad Autónoma, al proporcionar acceso inmediato a información de valor, como la percepción que tienen los pacientes de la calidad de la atención. “Una información que, si se analiza y articula bien, se convierte en un arma de información especialmente importante y de gran utilidad a la hora de gestionar los recursos públicos bajo los principios de eficiencia y equidad”, puntualiza el Grupo de Estudios e Investigación del ICGEA. “Solo así se evolucionará hacia una sanidad más robusta, más estructurada y de mayor calidad que configure un sistema más satisfactorio al usuario. La sociedad cada día está mejor y más informada, lo que le hace ser más exigente y fortalece la capacidad de los ciudadanos a la hora de participar en la toma de decisiones relacionadas con su salud. La libertad a la hora de elegir médico requiere una información clara y precisa sobre las prestaciones a las que tiene derecho el paciente dentro de los sistemas de salud”, apuntan.
LA ELECCIÓN SANITARIA PERMITE UNA MAYOR PERSONALIZACIÓN EN LA ATENCIÓN MÉDICA
El Instituto Coordenadas resalta que la libertad de elección sanitaria incluye una mayor accesibilidad al SNS por parte de todos los ciudadanos, ya que al tener la posibilidad de elegir entre diferentes centros y médicos, los pacientes pueden tener un acceso más fácil a la atención médica, especialmente si existen diferencias en los tiempos de espera entre centros de salud o en hospitales, así como la disponibilidad de los servicios que necesitan en un momento determinado o en diferentes lugares. “Lalibertad de elección para especialista o enfermero también permite ir evolucionando paulatinamente hacia una mayor personalización. Un atributo comúnmente vinculado a la sanidad privada pero que, gracias al mecanismo de elección, cada vez gana mayor terreno en el ámbito sanitario público, al permitir seleccionar la atención que se quiere recibir, con la que se sientan cómodos y, así, establecer una relación médico-paciente más sólida, lo que acaba genera una atención más personalizada y centrada en el paciente que, al fin y al cabo, es el epicentro del sistema sanitario”, indica Jesús Sánchez Lambás.
La libertad de elección sanitaria permite a los ciudadanos seleccionar entre diferentes centros de salud y médicos de atención primaria y especializada dentro de su CCAA
Desde que entrara en vigor el Real Decreto 1575/1993 por el que se regula la libre elección de médico en los servicios de atención primaria, las libertades en el ámbito sanitario no han dejado de crecer. Le siguió el RD 8/1996 sobre libre elección de médico en los servicios de atención en consultas externas, pudiendo optar entre ser atendido por el médico especialista asignado al equipo de atención primaria o elegir libremente entre los facultativos especialistas que desarrollen actividad, tanto en el hospital de referencia del área de salud que corresponda al usuario, como en los centros de especialidades dependientes del mismo. “En este 2023 se cumplen tres décadas desde que gozamos de la libertad de elegir; sin embargo, es una realidad que varía de una región a otra, con mayor o menor asentamiento según en la comunidad donde nos encontremos, pero claramente liderada por la Comunidad de Madrid”.
El análisis también señala que es importante tener en cuenta que la libertad de elección sanitaria puede tener algunas limitaciones y desafíos. Por ejemplo, la disponibilidad de ciertos servicios o especialidades puede ser reducida en algunas áreas geográficas, lo que puede restringir las opciones de los pacientes. Además, en situaciones de emergencia o de urgencia médica, es posible que la libertad de elección no sea aplicable, ya que los pacientes deberán buscar atención médica inmediata en el centro de salud u hospital más cercano.