Aunque los estudiantes reconocen que la adecuada comunicación con los pacientes ha de ser una habilidad inherente al profesional de la medicina, y que por tanto ha de estudiarse desde la carrera, lo cierto es que la media de créditos que dedican las Facultades de Medicina españolas a este respecto es de 2,77, frente a los 5 recomendados por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca), según recoge un estudio publicado en la revista de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc).
“El primer indicador de calidad desde el punto de vista del paciente, es sin duda la comunicación médico-paciente, muy por encima de otros indicadores como efectos secundarios de los fármacos o incluso las listas de espera”, explica a Consalud.es Víctor Expósito, presidente del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), quien está de acuerdo en que el Grado de Medicina debe incorporar un apartado a formar a los alumnos en habilidades comunicativas.
De hecho, en 2014, el 71,43% de las Facultades de Medicina españolas (30 de 42) dedicaban alguna materia a este respecto (especialmente las pertenecientes a universidades públicas). Sin embargo, sólo en el 38,1% de las mismas la asignatura se dedicaba en exclusiva a las habilidades de comunicación, mientras que en el resto de casos, o bien ni siquiera se abordaba la comunicación, o se trataba pero dentro de una asignatura en la que también se estudiaban contenidos distintos. Por comunidades autónomas, las facultades de Cataluña y Andalucía son las que más créditos (29 y 27, respectivamente), dedican a este apartado.
En cuanto al contenido de las materias centradas en habilidades de comunicación, la relación médico-paciente, la comunicación de malas noticias, o la comunicación con el entorno de los pacientes, son los principales temas abordados dentro de las aulas universitarias. No obstante, estos contenidos son “obligatorios” sólo en el 50% de los centros, pese que hasta el 79% de los decanos de Medicina consideran que estas asignaturas deberían tener carácter obligatorio.
MÁS ALLÁ DE LA FACULTAD
La formación en la comunicación médico-paciente va además más allá de la facultad, puesto que durante el período de formación MIR, el médico también debería seguir desarrollando estas habilidades, cuya carencia suele estar detrás de muchas reclamaciones hacia los médicos. Con ello está de acuerdo Expósito, que considera que “en la carrera adquirimos competencias teórico-prácticas en este sentido. Pero durante el MIR es importante desarrollar estas competencias y poner en práctica las habilidades que hemos aprendido teóricamente en la universidad”.
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Las facultades de Medicina de Cataluña y Andalucía son las que más créditos dedican a formar en habilidades de comunicación
Además, según otro estudio realizado por investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela, el 57% de los decanos de Medicina consideran que la formación de los médicos en materias de comunicación sólo es “regular”, mientras que la cifra alcanza el 75% en lo que se refiere a la opinión de los decanos de facultades de Comunicación española.“El primer indicador de calidad desde el punto de vista del paciente, es sin duda la comunicación médico-paciente, muy por encima de otros indicadores como efectos secundarios de los fármacos o incluso las listas de espera”, explica a Consalud.es Víctor Expósito, presidente del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), quien está de acuerdo en que el Grado de Medicina debe incorporar un apartado a formar a los alumnos en habilidades comunicativas.
De hecho, en 2014, el 71,43% de las Facultades de Medicina españolas (30 de 42) dedicaban alguna materia a este respecto (especialmente las pertenecientes a universidades públicas). Sin embargo, sólo en el 38,1% de las mismas la asignatura se dedicaba en exclusiva a las habilidades de comunicación, mientras que en el resto de casos, o bien ni siquiera se abordaba la comunicación, o se trataba pero dentro de una asignatura en la que también se estudiaban contenidos distintos. Por comunidades autónomas, las facultades de Cataluña y Andalucía son las que más créditos (29 y 27, respectivamente), dedican a este apartado.
En cuanto al contenido de las materias centradas en habilidades de comunicación, la relación médico-paciente, la comunicación de malas noticias, o la comunicación con el entorno de los pacientes, son los principales temas abordados dentro de las aulas universitarias. No obstante, estos contenidos son “obligatorios” sólo en el 50% de los centros, pese que hasta el 79% de los decanos de Medicina consideran que estas asignaturas deberían tener carácter obligatorio.
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La formación en la comunicación médico-paciente va además más allá de la facultad, puesto que durante el período de formación MIR, el médico también debería seguir desarrollando estas habilidades, cuya carencia suele estar detrás de muchas reclamaciones hacia los médicos. Con ello está de acuerdo Expósito, que considera que “en la carrera adquirimos competencias teórico-prácticas en este sentido. Pero durante el MIR es importante desarrollar estas competencias y poner en práctica las habilidades que hemos aprendido teóricamente en la universidad”.
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