José M. Lozano Motos | Madrid
La utilidad de un cadáver para la docencia universitaria no suele extenderse en el tiempo más de dos años, a los que se añaden otros dos previos de embalsamamiento, según manifiesta el profesor titular de Anatomía de la Facultad de Medicina de la Universidad de Zaragoza, el doctor Juan de Dios Escolar.
A su juicio, los cadáveres donados a los centros académicos para este uso pueden estar "un poco más", pero no es lo habitual. No obstante, no ha querido pronunciarse ante la consulta de ConSalud.es acerca del descubrimiento del hacinamiento de 250 cuerpos en la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
Así, lo único que ha reflejado en relación a estos cadáveres es que "puede ser que, en Madrid, la técnica que usan haga que los dejen un tiempo antes de incinerar", por lo que quizás es un protocolo "para que evaporen alcohol". "No me extrañaría que en el protocolo tuvieran esto", expone.
Por su parte, la propia UCM ha manifestado que las fotos publicadas "corresponden a la fase final, cuando los restos cadavéricos formolizados y momificados han cumplido su etapa de utilización para el estudio y pasan a la previa a la incineración o el enterramiento". Además, se añade que "muestran restos cadavéricos sometidos al proceso de secamiento antes de su incineración".
Por último, y al tiempo que reconoce que se ha atravesado "un problema de dotación de personal" en los últimos meses que "ya ha quedado resuelto", informa de que se ha llegado a un acuerdo con una funeraria para la retirada de los restos humanos acumulados, "proceso que se llevará a cabo esta misma semana".
ANTES SE PRODUCEN OTROS DOS AÑOS DE EMBALSAMAMIENTO
Pormenorizando en el uso que se da de estos cuerpos desde que entran en las universidades hasta que salen de ellas, Escolar explica que primero se produce el embalsamamiento con formol en el centro académico, que se extiende durante dos años. Tras ello, este cuerpo se utiliza para la docencia durante otros dos años.
De este modo, el primero de ellos se emplea para que los alumnos de primer curso "lo estudien como tal", mientras que el segundo, que sería el cuarto desde el fallecimiento de esta persona, se utiliza para el análisis "de las vísceras y del sistema nervioso", indica.
Una vez finalizado este proceso, el cadáver se incinera fuera de la universidad, de lo que no se avisa "normalmente" a los familiares, algo que ya queda estipulado en el momento de la donación, afirma Escolar, que añade que, actualmente, el centro en el que se desempeña cuenta con 20 cadáveres.
No obstante, lamenta que antes se recibían "unos 15 al año", cifra que ha descendido en los últimos cursos, y es que, en lo que va de 2014, sólo se han aportado dos. Ante ello, destaca que es "fundamental" la donación, ya que permite "que el alumno vea en la práctica lo que ve en la teoría".
Escolar, que sostiene que es importante porque posibilita también que éste tenga "un primer contacto con la muerte", defiende esta práctica en las universidades españolas, y es que un número grande de cadáveres, mientras se pueda atender, "no es peligroso".
Lo que sí es necesario es la prevención, motivo por el que, en Zaragoza, se dispone de un sistema de renovación del aire, además de unas mesas especiales "que absorben el formol y lo desplazan al suelo", señala. Por ello, los extractores "tienen que estar abajo", declara el experto, que concluye afirmando que tampoco hay peligro para los anatómicos.
Porque salud necesitamos todos… ConSalud.es
La utilidad de un cadáver para la docencia universitaria no suele extenderse en el tiempo más de dos años, a los que se añaden otros dos previos de embalsamamiento, según manifiesta el profesor titular de Anatomía de la Facultad de Medicina de la Universidad de Zaragoza, el doctor Juan de Dios Escolar.
A su juicio, los cadáveres donados a los centros académicos para este uso pueden estar "un poco más", pero no es lo habitual. No obstante, no ha querido pronunciarse ante la consulta de ConSalud.es acerca del descubrimiento del hacinamiento de 250 cuerpos en la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
Así, lo único que ha reflejado en relación a estos cadáveres es que "puede ser que, en Madrid, la técnica que usan haga que los dejen un tiempo antes de incinerar", por lo que quizás es un protocolo "para que evaporen alcohol". "No me extrañaría que en el protocolo tuvieran esto", expone.
Por su parte, la propia UCM ha manifestado que las fotos publicadas "corresponden a la fase final, cuando los restos cadavéricos formolizados y momificados han cumplido su etapa de utilización para el estudio y pasan a la previa a la incineración o el enterramiento". Además, se añade que "muestran restos cadavéricos sometidos al proceso de secamiento antes de su incineración".
Por último, y al tiempo que reconoce que se ha atravesado "un problema de dotación de personal" en los últimos meses que "ya ha quedado resuelto", informa de que se ha llegado a un acuerdo con una funeraria para la retirada de los restos humanos acumulados, "proceso que se llevará a cabo esta misma semana".
ANTES SE PRODUCEN OTROS DOS AÑOS DE EMBALSAMAMIENTO
Pormenorizando en el uso que se da de estos cuerpos desde que entran en las universidades hasta que salen de ellas, Escolar explica que primero se produce el embalsamamiento con formol en el centro académico, que se extiende durante dos años. Tras ello, este cuerpo se utiliza para la docencia durante otros dos años.
De este modo, el primero de ellos se emplea para que los alumnos de primer curso "lo estudien como tal", mientras que el segundo, que sería el cuarto desde el fallecimiento de esta persona, se utiliza para el análisis "de las vísceras y del sistema nervioso", indica.
Una vez finalizado este proceso, el cadáver se incinera fuera de la universidad, de lo que no se avisa "normalmente" a los familiares, algo que ya queda estipulado en el momento de la donación, afirma Escolar, que añade que, actualmente, el centro en el que se desempeña cuenta con 20 cadáveres.
No obstante, lamenta que antes se recibían "unos 15 al año", cifra que ha descendido en los últimos cursos, y es que, en lo que va de 2014, sólo se han aportado dos. Ante ello, destaca que es "fundamental" la donación, ya que permite "que el alumno vea en la práctica lo que ve en la teoría".
Escolar, que sostiene que es importante porque posibilita también que éste tenga "un primer contacto con la muerte", defiende esta práctica en las universidades españolas, y es que un número grande de cadáveres, mientras se pueda atender, "no es peligroso".
Lo que sí es necesario es la prevención, motivo por el que, en Zaragoza, se dispone de un sistema de renovación del aire, además de unas mesas especiales "que absorben el formol y lo desplazan al suelo", señala. Por ello, los extractores "tienen que estar abajo", declara el experto, que concluye afirmando que tampoco hay peligro para los anatómicos.
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