La Unidad de Neurocirugía Funcional del Ruber Internacional, referente en enfermedades neurológicas

En estrecha relación con el Servicio de Neurología, dirigido por el doctor Oriol Franch, trata la enfermedad de Parkinson mediante estimulación cerebral profunda desde 1993, con excelentes resultados.

El doctor Roberto Martínez, jefe de la Unidad de Neurocirugía Funcional del Hospital Ruber Internacional
El doctor Roberto Martínez, jefe de la Unidad de Neurocirugía Funcional del Hospital Ruber Internacional
CS
16 abril 2019 | 14:10 h

La Unidad de Neurocirugía Funcional del Hospital Ruber Internacional, a lo largo de los últimos 25 años, ha venido desarrollando una serie de programas, junto con otras unidades y servicios del centro, que lo han convertido en referente nacional para el tratamiento de algunas enfermedades neurológicas.

Tanto es así que, en estrecha relación con el Servicio de Neurología, dirigido por el doctor Oriol Franch, trata la enfermedad de Parkinson mediante estimulación cerebral profunda desde 1993. Se trata de un tipo de intervención quirúrgica en la que se implantan electrodos dentro de ciertas áreas del cerebro responsables de los movimientos anormales del paciente.

Los resultados son notables. De hecho, en el 75% de los casos se consigue una mejoría en las escalas de rigidez, de calidad de vida y una disminución de la ingesta deL-DOPA, una substancia que combate los síntomas de la enfermedad pero que suele acompañarse de efectos secundarios no deseables.

En el 75% de los casos se consigue una mejoría en las escalas de rigidez, de calidad de vida y una disminución de la ingesta deL-DOPA,

Según el doctor Roberto Martínez, jefe de la Unidad de Neurocirugía Funcional del Hospital Ruber Internacional, ''la operación consiste, primero, en la colocación de un sistema de referencia estereotáxica, un instrumento que se fija a la cabeza del sujeto con anestesia local. Hacemos una resonancia magnética para tomar una serie de medidas y ver las estructuras anatómicas, así como el objetivo de donde debemos llegar''.

Una vez en el quirófano, el neurocirujano realiza un orificio en la cabeza del paciente y se coloca con precisión submilimétrica el electrodo gracias a la técnica estereotáxica. Una técnica neuroquirúrgica que permite localizar exactamente un punto dentro del cerebro. ''A partir de ahí, si conseguimos los resultados adecuados, ese electrodo se conecta a un estimulador que colocamos debajo de la piel, una especie de marcapasos. Ese estimulador crea una corriente que bloquea el objetivo cerebral que queremos aliviar'', ha señalado Roberto Martínez.

Cuando la intervención no es efectiva, se dispone de otras herramientas. ''Los neurólogos están utilizando bombas de perfusión para la administración de fármacos que van directamente al estómago o a la sangre. Estas terapias alivian los síntomas de los pacientes cuando se encuentran en situaciones de gravedad extrema'', ha comentado Roberto Martínez.

Asimismo, en algunos casos de enfermedad de Parkinson con predominio de temblor y en los pacientes que presentan temblor por otras causas así como distonías, desde el año 2005 la Unidad de Neurocirugía Funcional del Hospital Ruber Internacional comenzó a realizar tratamientos mediante radiocirugía sobre centros cerebrales localizados en el tálamo.

La operación consiste, primero, en la colocación de un sistema de referencia estereotáxica, un instrumento que se fija a la cabeza del sujeto con anestesia local

''Se trata de un sistema mediante el cual hacemos converger la radiación en un punto determinado del cerebro induciendo una serie de cambios en las vías de conexión cerebral. Se han conseguido unos resultados contrastados con una mejoría significativa en el 80% de los pacientes tratados con temblor'', ha puntualizado el doctor Roberto Martínez.

Por otro lado, la Unidad de Neurocirugía Funcional del Hospital Ruber Internacional prescinde del uso de la estimulación cerebral profunda en algunas patologías psiquiátricas, como el trastorno obsesivo compulsivo (TOC) o la anorexia nerviosa.

''Esto se debe a que no hay ninguna prueba evidente de que los resultados sean mejores con la estimulación cerebral profunda que con las técnicas que nosotros utilizamos y las complicaciones son mayores. La radiofrecuencia, introduciendo una sonda que se calienta en su extremo distal mediante la técnica estereotáxica ya descrita, y la radiocirugía son las técnicas empleadas en el tratamiento del TOC y la anorexia nerviosa'', ha comentado el doctor.

A su vez, para tratar determinados casos graves de depresión se desconectan vías que relacionan el lóbulo temporal del cerebro con el lóbulo frontal, sin que se altere la personalidad del paciente, en el contexto de un estudio prospectivo puesto en marcha con los medios del propio hospital.

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