Los nuevos materiales de cementación como los polímeros de silicona permiten estabilizar la columna de pacientes con cáncer y paliar el dolor en casos de fracturas vertebrales con buenos resultados. A esta conclusión se ha llegado en el XIII Simposio Internacional sobre Patología de la Columna Vertebral, un encuentro en el que se han dado cita 23 conferenciantes provenientes de Italia, Reino Unido, Bélgica, Francia, Alemania y España.
A pesar de sus beneficios, este plástico desencadena una reacción exotérmica que puede ocasionar daño neural, no se traba perfectamente con la malla ósea en la que se aloja y, sobre todo, incrementa el riesgo de nuevas fracturas vertebrales, ya que se trata de un material mucho más rígido que el hueso, lo que favorece la aparición de fuerzas de torsión en las zonas adyacentes, que son las que se acaban rompiendo.
No obstante, y según ha confirmado en un ensayo el equipo de Francisco Villarejo, director de la Unidad de Neurocirugía de la Clínica La Luz y director del Simposio, la utilización de un nuevo polímero de silicona revierte por completo este pronóstico. Según los datos de este seguimiento, este nuevo cemento vertebral repercute en un alivio inmediato y significativo del dolor debido a la eficaz estabilización de la columna vertebral. Además, al tratarse de un material mucho más flexible y elástico evita las fracturas adyacentes.
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"Los datos son realmente buenos. El dolor desaparece, pero sobre todo, las pruebas revelan que este material se mezcla perfectamente con el hueso, confiriéndole una gran elasticidad, algo fundamental para que no se produzcan nuevas fracturas en la zona", sintetiza Villarejo. Una menor duración de la intervención, que no llega a los 30 minutos, y la posibilidad de que el paciente reciba el alta apenas 24 horas después de la cirugía confieren ventajas añadidas a la elastoplastia vertebral.
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"Las pruebas revelan que este material se mezcla perfectamente con el hueso, confiriéndole una gran elasticidad"
Este tipo de fracturas provoca dolor, deformidad y discapacidad en las pacientes, cuya mejor solución hasta ahora pasaba por la realización de una vertebroplastia o una cifoplastia para cementar la zona con polimetilmetacrilato, un material acrílico conocido por sus siglas PMMA.A pesar de sus beneficios, este plástico desencadena una reacción exotérmica que puede ocasionar daño neural, no se traba perfectamente con la malla ósea en la que se aloja y, sobre todo, incrementa el riesgo de nuevas fracturas vertebrales, ya que se trata de un material mucho más rígido que el hueso, lo que favorece la aparición de fuerzas de torsión en las zonas adyacentes, que son las que se acaban rompiendo.
No obstante, y según ha confirmado en un ensayo el equipo de Francisco Villarejo, director de la Unidad de Neurocirugía de la Clínica La Luz y director del Simposio, la utilización de un nuevo polímero de silicona revierte por completo este pronóstico. Según los datos de este seguimiento, este nuevo cemento vertebral repercute en un alivio inmediato y significativo del dolor debido a la eficaz estabilización de la columna vertebral. Además, al tratarse de un material mucho más flexible y elástico evita las fracturas adyacentes.
"Los datos son realmente buenos. El dolor desaparece, pero sobre todo, las pruebas revelan que este material se mezcla perfectamente con el hueso, confiriéndole una gran elasticidad, algo fundamental para que no se produzcan nuevas fracturas en la zona", sintetiza Villarejo. Una menor duración de la intervención, que no llega a los 30 minutos, y la posibilidad de que el paciente reciba el alta apenas 24 horas después de la cirugía confieren ventajas añadidas a la elastoplastia vertebral.
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