Protestas, sentadas e incluso un encierro han protagonizado este fin de semana los miembros del Consejo de Estudiantes Universitario del Estado (CEUNE) contra el “plantón” recibido por parte del ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, a la hora de sentarse a negociar el decreto por el que se regularán los umbrales de patrimonio y renta requeridos para poder acceder a una beca, y que el Gobierno pretende aprobar en las próximas semanas.
Por ello, más de 100.000 estudiantes han sido expulsados de la universidad por motivos económicos en este proceso. “Ya son dos años que denunciamos esta situación” advierte el CEEM, que recuerda que en este período ha otorgado 20 becas a estudiantes de Medicina que no podían continuar con sus estudios. “Las becas no deben ser un premio sino un garante del acceso equitativo y justo a la universidad”, indican fuentes del colectivo.
A ello se añade, por su parte, la pregunta de uno de los representantes de los estudiantes de Medicina en el CEUNE, acerca del motivo de la apertura de la Facultad de Medicina de Vic con la aprobación por parte del Ministerio en la Conferencia de Política Universitaria, cuando anteriormente el Ministerio se comprometió a no abrir más facultades de Medicina. Una pregunta realizada al Secretario General de Universidad ante el que el representante estudiantil “no recibió respuesta alguna”.
COMPROMISOS DEL MINISTERIO
Las protestas, sin embargo, han dados sus frutos y, como informan los propios estudiantes, el Ministerio de Educación se ha comprometido a crear una comisión mixta “para estudiar y analizar el sistema de becas, donde estarán presentes los estudiantes, rectorados y el ministerio”.
Pese a ello, los estudiantes aseguran que seguirán exigiendo que las becas “no se consideren un premio al esfuerzo, sino un derecho que garantice la posibilidad de poder acceder a algo tan fundamental como es la educación”.
El CEEM recuerda que en los dos últimos años ha tenido que otorgar 20 becas a estudiantes de Medicina que no podían continuar con sus estudios
En este sentido, el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), ha apoyado estas protestas ya que, como señalan en un comunicado, la cuantía media de la beca por estudiante ha caído un 20% entre los años 2013 y 2015. “España invierte en becas un 0,13% del PIB, menos de la mitad que la inversión media en becas de los países de la OCDE”, señala la organización estudiantil en un comunicado. Por ello, más de 100.000 estudiantes han sido expulsados de la universidad por motivos económicos en este proceso. “Ya son dos años que denunciamos esta situación” advierte el CEEM, que recuerda que en este período ha otorgado 20 becas a estudiantes de Medicina que no podían continuar con sus estudios. “Las becas no deben ser un premio sino un garante del acceso equitativo y justo a la universidad”, indican fuentes del colectivo.
A ello se añade, por su parte, la pregunta de uno de los representantes de los estudiantes de Medicina en el CEUNE, acerca del motivo de la apertura de la Facultad de Medicina de Vic con la aprobación por parte del Ministerio en la Conferencia de Política Universitaria, cuando anteriormente el Ministerio se comprometió a no abrir más facultades de Medicina. Una pregunta realizada al Secretario General de Universidad ante el que el representante estudiantil “no recibió respuesta alguna”.
COMPROMISOS DEL MINISTERIO
Las protestas, sin embargo, han dados sus frutos y, como informan los propios estudiantes, el Ministerio de Educación se ha comprometido a crear una comisión mixta “para estudiar y analizar el sistema de becas, donde estarán presentes los estudiantes, rectorados y el ministerio”.
Pese a ello, los estudiantes aseguran que seguirán exigiendo que las becas “no se consideren un premio al esfuerzo, sino un derecho que garantice la posibilidad de poder acceder a algo tan fundamental como es la educación”.