Las enfermedades cardiovasculares continúan siendo la primera causa de muerte en España, por encima de los cánceres, siendo más frecuente la cardiopatía isquémica en los varones y la enfermedad cerebrovascular en las mujeres.
"Una de cada tres muertes en nuestro país se puede atribuir a las enfermedades cardiovasculares", afirma el Doctor Carlos Escobar, coordinador de consultas externas de cardiología y continuidad asistencial del servicio de cardiología del Hospital La Paz, en declaraciones a ConSalud.es, quien añade que “la mayoría de las personas lo desconoce y no ponen medios para evitar que esto ocurra”. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que hasta el 80% de las muertes prematuras podrían evitarse siguiendo un estilo de vida saludable y reduciendo los factores de riesgo cardiovascular (hábito tabáquico, dislipemia, hipertensión, diabetes, etc.). “Desafortunadamente, estamos lejos de tener un buen control de los mismos”, apunta el cardiólogo.
La OMS afirma que el 80% de las muertes prematuras podrían evitarse siguiendo un estilo de vida saludable y reduciendo los factores de riesgo cardiovascular
“En los últimos años han aumentado las herramientas terapéuticas que disponemos para mejorar tanto el control de las enfermedades cardiovasculares en general, como de los factores de riesgo, en especial de la hipertensión arterial, dislipemia y diabetes”, reconoce el Dr. Escobar. El experto destaca la importancia del control precoz de los factores de riesgo y de cómo esto puede ayudar a mejorar el pronóstico de los pacientes, “reduciendo las hospitalizaciones y el riesgo de complicaciones”.
“Por ejemplo, en los últimos años se está haciendo especial énfasis en el control de la hipercolesterolemia mediante el mayor uso de la terapia combinada, incluso desde el inicio del diagnóstico”, explica el cardiólogo, quien apunta que “también estamos ante la aparición de fármacos que pueden ser considerados como auténticos protectores vasculares, con capacidad para actuar a múltiples niveles, como los inhibidores SGLT2, los agonistas del receptor GLP-1 o la finerenona, entre otros”.
La mayor longevidad y el aumento de enfermedades crónicas provocarán un aumento de la prevalencia de la fibrilación auricular en las próximas decadas
La fibrilación auricular (FA) es la arritmia más frecuente en la práctica clínica. La prevalencia actual de FA en la población adulta se sitúa en torno al 2-4%, alcanzando el 15-20% en la población anciana. Sin embargo, “la prevalencia de FA aumentará en las próximas décadas, principalmente debido a una mayor longevidad de la población, pero también por el aumento de otras enfermedades crónicas como la hipertensión arterial, la diabetes, la cardiopatía isquémica o la insuficiencia cardiaca, entre otros”, vaticina el Dr. Escobar.
Durante el reciente congreso de la Salud Cardiovascular de la SEC celebrado en Málaga se presentó un estudio realizado por la Universidad de Navarra junto con los doctores Jesús Díaz, del Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva, y Gonzalo Barón, del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla que confirma la influencia del sueño sobre el riesgo de FA. Según los resultados de este estudio, dormir de seis a ocho horas por la noche reduce el riesgo de desarrollar fibrilación auricular (FA), el tipo más frecuente de arritmia cardíaca en la población.
“Un estilo de vida saludable no sólo debe incluir una dieta adecuada, principalmente mediterránea, y la práctica de ejercicio físico habitual, sino también una higiene de sueño adecuada. De manera muy resumida, se podría decir que dormir mal aumenta el riesgo de FA”, apunta el Dr. Escobar. En concreto, apunta que la apnea obstructiva del sueño, el sueño interrumpido por pausas en la respiración, no sólo aumenta el riesgo de desarrollar FA, sino que aumenta el riesgo de que fracasen los tratamientos actualmente disponibles, como la ablación de FA.
“Dormir mal aumenta el riesgo de fibrilación auricular”
Sobre el abordaje actual de la fibrilación auricular, el Dr. Escobar, afirma que “la complicación más temible de la FA es el ictus, con una mortalidad y riesgo de secuelas elevado. Para disminuir este riesgo, la mayoría de los pacientes deberían recibir anticoagulación oral de manera crónica, preferiblemente con anticoagulantes orales de acción directa, mejor que con los antagonistas de la vitamina K”, indica el experto. “Ahora bien, los pacientes anticoagulados siguen teniendo un riesgo residual de desarrollar otras complicaciones, principalmente a nivel vascular, en particular enfermedad vascular aterosclerótica en los distintos lechos vasculares, enfermedad renal crónica, etc. En consecuencia, la FA no debería centrarse sólo en la prevención de las complicaciones tromboembólicas sino que debería abordarse el control de todas las comorbilidades del paciente, incluyendo la protección vascular integral”, añade.
La FA se debe abordar desde un punto vista global, enfocado principalmente en tres aspectos: la anticoagulación, el control de los síntomas y el adecuado manejo de las comorbilidades. “La anticoagulación es básica para reducir el riesgo de desarrollar complicaciones tromboembólicas, principalmente el ictus”, explica el Dr. Escobar. Afirma que actualmente “tenemos herramientas muy poderosas para ello, fundamentalmente los anticoagulantes orales de acción directa (mejor que los antagonistas de la vitamina K), que han demostrado ser eficaces, y aunque no están exentos de sangrados, en general el riesgo es bajo”.
No obstante, señala el experto, “hay determinadas circunstancias en las que los antagonistas de la vitamina K serían de elección, como los pacientes con prótesis valvularesmecánicas, la estenosis mitral reumática moderada a severa o tener anticoagulante lúpico. Para el control de los síntomas, se deberá escoger entre la estrategia de control de frecuencia cardiaca o control de ritmo (tratar de mantener el ritmo normal del corazón), en función de las características del paciente, tiempo de evolución de la FA, comorbilidades, etc”, indica Escobar. El doctor explica que el control de ritmo mediante la ablación de FA es una estrategia que ha demostrado ser especialmente eficaz y segura, incluso con beneficios pronósticos en determinados subgrupos de pacientes. “La principal limitación que tiene es su disponibilidad, lo que obliga a seleccionar a los mejores candidatos. Finalmente, el control de las comorbilidades (obesidad, hipertensión diabetes, apnea del sueño, insuficiencia cardiaca, cardiopatía isquémica, etc.), que son frecuentes en el paciente con FA, también es importante, ya que muchas de ellas se asocian con un mayor riesgo de complicaciones o de fracaso de tratamiento en los pacientes con FA”, indica.
“La complicación más temible de la FA es el ictus, con una mortalidad y riesgo de secuelas elevado”
El congreso de la SEC ha sido capaz de combinar los nuevos talentos en el mundo de la cardiología, con expertos ya consolidados, “lo que ha permitido dar un mayor dinamismo al congreso”, según el Dr, Escobar quien destaca que “está claro que la SEC tiene futuro”. En cuanto a los aspectos más destacados abordados durante la cita congresual de este año están el riesgo cardiovascular en la mujer, las estrategias para la optimización terapéutica tras una descompensación de insuficiencia cardiaca o las estrategias de tratamiento para el paciente con síndrome coronario agudo, incluyendo subgrupos especiales de pacientes como los mayores con fragilidad.
“En el congreso también compartimos las últimas guías de práctica clínica, las novedades en el manejo de la miocardiopatía hipertrófica, nuevas alternativas en la hipertensión arterial resistente, información sobre la cardiología del deporte, aspectos complejos en hipertensión pulmonar, tratamiento de la insuficiencia tricúspide, protección holística de la FA, código ECMO, código TEP, manejo del shock cardiogénico, dispositivos cardiacos en el paciente muy mayor, actualización sobre TAVI, papel de la enfermería en la enfermedad cardiovascular y cómo nos va afectar a la cardiología la inteligencia artificial y las nuevas tecnologías”, enumeró el Dr. Escobar. “Todos estos temas se han abordado de una manera práctica y que sin duda nos van a ayudar en nuestro quehacer diario”, concluye.