El ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque, ha presidido esta semana el acto de entrega de los Premios Nacionales de Fin de Carrera 2013-2014 que distinguen a los universitarios que han cursado sus estudios con mayor brillantez.
Los 171 estudiantes galardonados, que pertenecen a 44 universidades diferentes, se agrupan en cinco áreas: Ciencias, Ciencias de la Salud, Ciencias Sociales y Jurídicas, Ingeniería y Arquitectura, y Arte y Humanidades. A pesar de tratarse de los alumnos más brillantes del país, no es oro todo lo que reluce.
“El 21 de mayo del 2019 no tengo ninguna perspectiva, salvo ir a la cola del Inem”
Alejandro Rivero es uno de esos jóvenes que esta semana ha recibido cerca de 3.000 euros. Rivero está acostumbrado a los galardones, puede presumir de tener el premio de licenciatura de la Real Academia Nacional de Medicina y el premio nacional de Bachillerato. Aunque la cosa no acaba ahí, llegó a obtener la nota más alta de España en el examen de Selectividad.
A pesar de los reconocimientos que ha recibido en los últimos años, Rivero acaba la residencia en el Hospital Clínico de Santiago en cinco meses y es muy consciente que el paro le espera con las manos abiertas. “El 21 de mayo del 2019 no tengo ninguna perspectiva, salvo ir a la cola del Inem o coger el coche y recorrer España entregando currículos en hospitales”, asegura en una entrevista a la Voz de Galicia.
Aunque puede parecer mala suerte, el caso de Rivero está muy extendido entre los estudiantes de medicina. “No soy más que la muestra de tantos residentes que acabamos y no tenemos donde ejercer”, ha asegurado.
El problema de los estudiantes de medicina no viene una vez acabada la residencia, son muchos los que se tienen que enfrentar al desempleo nada más salir de la universidad. De hecho, según datos del Ministerio de Sanidad, este año van a realizar el examen MIR 14.234 estudiantes de medicina, y la realidad es que solo se van a ofertar 6.500 plazas