Cada año, el 11 de febrero, se conmemora el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Pero en España son muchas las organizaciones que trabajan todos los días por visibilizar el trabajo de las investigadoras y por conseguir los apoyos necesarios para que su carrera profesional no se vea truncada por el desarrollo de su vida personal.
Maite Paramio, presidenta de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas (AMIT) en declaraciones a ConSalud.es afirma: “Nuestro objetivo es visibilizar el trabajo de las mujeres y este día de la ONU que también pretende reconocerlo a nivel mundial indica la importancia de fomentar la ciencia en general, la ciencia que hacen las mujeres y, desde luego, es un día que nos da visibilidad mundial. Pero nosotras cada día intentamos ser visibles en otros espacios y escenarios”.
“El número de investigadores depende más de cuestiones económicas que del atractivo que tiene como profesión”
En el caso de Maite, confiesa, “siempre he querido dedicarme a la investigación. Y estudié veterinaria porque quería dedicarme a un área de investigación productiva dirigida a un sector económico importante. Me gustaba estudiar, lo que es una base importante para que te guste la investigación, porque estamos estudiando continuamente”. Detalla que le gustaba mucho la parte experimental y que este ámbito profesional es muy internacional porque “tenemos que ir a otros laboratorios, con una metodología de trabajo que te permite relacionarte con muchos científicos”, añade.
Frente a estos atractivos que tiene el mundo de la investigación, existen algunos condicionantes que impiden el fácil acceso de la mujer y desarrollo de su carrera investigadora. “Es difícil entrar en el mundo de la investigación. Si hay poco presupuesto, hay pocas posibilidades de contratación, pocas posibilidades de tener una estructura que permita una investigación competente… En el fondo, el número de investigadores depende más de cuestiones económicas, que del atractivo que tiene como profesión”, revela.
“Dedicarse a la investigación en España es más difícil porque se dedica un menor presupuesto que en otros países de nuestro entorno”
“España nunca ha sido un país que potencie mucho la investigación”, afirma la presidenta de AMIT, aunque reconoce que “en los últimos años ha mejorado mucho”, pero aún así dedicarse a esta profesión en España “sigue siendo más difícil porque hay menos presupuesto que en otros países de nuestro entorno”.
Los países que más apuestan por la investigación son Estados Unidos y “ahora también China”, según apunta la experta. “Estados Unidos siempre es el país al que la gente va a aprender porque tiene, además de mucha financiación pública, gran cantidad de financiación privada, que es lo que falta en España”. Paraimo explica que poseer un sistema de investigación potente atrae a muchas personas de todo el mundo porque “los investigadores solemos ser personas que no nos importa mucho donde trabajar, sino poder hacerlo en buenas condiciones”. El sistema de Estados Unidos consistente en atraer talento hace que el sistema sea más productivo y se inicie un círculo: "hay más producción, lo que llama a que se realice más inversión, que de nuevo genera más investigación", explica la experta.
“Que no haya mujeres responsables de ciertas líneas de investigación, hace que se desarrollen menos”
Gracias a los datos publicados por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades en el informe Científicas en cifras 2023, indica Paramio, “vemos que en los últimos años seguimos con la misma tendencia: empiezan los grados más mujeres en casi todas las disciplinas, hay más mujeres en los másteres y con mejores notas, las cifras se igualan en los doctorados, y en este punto es cuando comienza a verse una disminución de mujeres hasta llegar a las catedráticas o profesoras de investigación que siguen rondando el 20%”.
Desde AMIT se busca poner el foco en esta situación para intentar proponer soluciones y evitar el abandono de la carrera investigadorade muchas mujeres en España. “Sabemos que las investigadoras desaparecen más cuando hay crisis económica, porque hay mucha más competitividad. Y en el momento vital del final del doctorado es cuando una mujer debe elegir si los niños o el trabajo, un dilema que no tienen los hombres”. La presidenta de AMIT apunta que “desde la asociación intentamos que en esta etapa, entre los 30 y los 36 años, que no van a ser muchos en una vida profesional muy larga, se apoye a las mujeres que quieran tener hijos para que no dejen su carrera investigadora ya que cuando lo hacen dejan de ser competitivas”. Según Paramio, “este apoyo debería realizarse en fondos para proyectos de libre competencia, con becarios que ayuden en el laboratorio, además obviamente del apoyo de la pareja en las labores de crianza…, pero es muy importante sobre todo el apoyo económico”, sentencia.
“En la investigación sanitaria es importante no limitar los estudios el patrón hombre porque las mujeres tienen sintomatologías diferentes”
“Que no haya muchas mujeres responsables de ciertas líneas de investigación, hace que estos ámbitos se desarrollen mucho menos”, afirma Paramio. Algo que, apunta, está apoyado por estudios: “El ejemplo clarísimo en medicina es la investigación de ciertas enfermedades que afectan al sexo femenino, como por ejemplo las enfermedades autoinmunes relacionadas con los genes femeninos o problemas relacionados con la menstruación o la endometriosis”. La investigadora recuerda que es muy importante no limitar al patrón hombre la investigación de las enfermedades, porque las mujeres tienen sintomatologías diferentes, ”lo que influye en un mal diagnóstico” que puede ser una de las causas de que, por ejemplo, “mueran más mujeres que hombres a causa de un infarto”.
La presidenta de AMIT afirma que “para abordar un problema en cualquiera de las ciencias y especialidades, cuanta más sensibilidad diferente se tenga, el abordaje se realiza desde una perspectiva más amplia y por lo tanto más adecuada para su resolución”. En los últimos años señala que se ha demostrado también en la empresa privada que “en los entornos de dirección en los que hay mezcla de mujeres y hombres mejoran los resultados”. Por ello, concluye: “Debemos seguir insistiendo en ello, no es solo por justicia, sino por el beneficio de todos”.