Frente a la tendencia en el sector público, en la sanidad privada el 70% de los nuevos contratos temporales son ocupados por hombres
Asimismo, hasta diciembre de 2016, el sector público ganó 15.000 empleos en sanidad, lo que supone un crecimiento de 12.980 puestos en relación al año anterior, “lo que significa que aún no ha terminado el ajuste”, señala el informe. No obstante, mientras que salen del sistema 9.200 mujeres con contrato indefinido, a su vez son mujeres las que han asumido todos los contratos temporales, tanto estructurales como estacionales. Por su parte, los hombres han ganado 8.300 puestos fijos, que se explica por la finalización de las Ofertas Públicas de Empleo (OPE) convocadas para cubrir la tasa de reposición en algunas comunidades autónomas.En el sector privado, se aumenta el empleo en 23.500 personas, de las cuales 13.800 tienen contrato indefinido: 7.500 ocupados por mujeres; de las 9.700 personas con contratos temporales, más del 70% son hombres.
De este modo, el informe establece como conclusión que el sector sanitario gana empleo neto para todos los años comparados, tanto en el sector público como en el privado en el año 2016.
En la Sanidad pública, sin embargo, las mujeres pierden empleo fijo y tienen casi el 90% de los contratos a tiempo parcial. En el sector privado, se consolidala creación deempleo, pero aumenta la temporalidad en 1,1% y disminuye la parcialidad en 2 puntos porcentuales. “Pero en ambos casos la mayoría de estas contrataciones más precarias se cubren con mujeres. Todo ello no hace más que agravar la brecha salarial en un sector poco regulado por convenios sectoriales”, añaden los autores del estudio.
Como consecuencia de todo ello, el sindicato reclama diversas medidas para reducir la precariedad laboral y la brecha de género en el sector sanitario, como negociar medidas de adaptación de puestos, “que permitan la continuidad laboral de algunas categorías profesionales con especiales exigencias psicofísicas” o impulsar de manera prioritaria la negociaciónde los planes de igualdad dónde noexistan, (todos los servicios de salud están obligados por la ley), o proceder a las correspondientes actualizaciones en aquellos Servicios de Salud “dónde dispongamos de ellos, valorando el impacto de género en cualquier medida relativa al empleo”.