En los últimos tiempos viene aumentando la preocupación por una reciente moda que se ha instalado entre los jóvenes de nuestro país: el consumo de Kamagra. Esta nueva droga es un producto que procede de la India, similar a la Viagra y mucho más barato que el fármaco aprobado por Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. A pesar de que su compra está prohibida en España, el hecho de ser accesible a cualquier bolsillo y poder encontrarse con facilidad -webs, centros de nutrición deportiva, gimnasios o sex shops- hace que las autoridades hayan encendido sus alarmas ante los riesgos que implica su consumo.
Elresponsable de divulgación científica del Consejo General de Colegios Farmacéuticos (CGCOF), Carlos Fernández Moriano, explica a ConSalud.es que la Kamagra esconde tras de sí un compuesto llamado sildenafilo, que es “un fármaco indicado a los pacientes con disfunción eréctil o con una patología más rara llamada hipertensión pulmonar, y que provoca la dilatación de losvasos sanguíneos, así como efectos hipotensores en quienes lo toman”. En esta línea, advierte el farmacéutico, su mal empleo “puede generar problemas graves para la salud”.
“Todos los medicamentos que contienen estos principios activos requieren de la expedición de una receta médica para poder proceder a su dispensación, de lo contrario el farmacéutico no te lo va a dar”
La creciente expansión de este producto ilegal se basa en el hecho de que un sobre cuesta apenas 10 euros, a diferencia de los 85 euros que supone hacerse con apenas cuatro pastillas de Viagra. A su competitivo precio se une el hecho de no implica ninguna visita previa al doctor. “Todos los medicamentos que contienen estos principios activos requieren de la expedición de una receta médica para poder proceder a su dispensación, de lo contrario el farmacéutico no te lo va a dar”, aclara.
El cauce ilegal por el que las personas se hacen con la Kamagra es precisamente uno de los principales elementos que añaden un mayor peligro a su consumo. Los medicamentos falsificados implican el riesgo inherente de no saber a ciencia cierta lo que tomamos. “Pueden contener dosis diferentes a las que se puedan declarar el envase, más altas o más bajas; contener principios activos distintos a los que figuran el envase o, incluso, carecer de sus principios activos”, remarca el experto.
PRINCIPALES RIESGOS
El consumo de Kamagra o medicamentos similares "no está exento de riesgo” ni siquiera en los países donde su compra y consumo está autorizado. Los prospectos suelen señalar posibles efectos adversos secundarios como dolor de cabeza, enrojecimiento facial, indigestión, visión borrosa o congestión nasal, en el mejor de los casos. Sin embargo, si a esto le añadimos el hecho de tomarlo sin la oportuna supervisión y control médico las cosas se pueden volver mucho más preocupantes, “llegando a generar riesgos graves a nivel cardiovascular o cerebrovascular, como ictus o infartos”, alerta Fernández.
“No se pueda usar sin el diagnóstico médico y sin la correspondiente receta que establece la cantidad de dosis y pauta de uso vigilada por el médico”
De la misma manera, este fármaco tienen un riesgo importante de en ciertos pacientes que tienen “factores de riesgo previo” o están usando algunos medicamentos concretos de forma paralela. Una circunstancia que ha de ser observada por un profesional sanitario, algo que no ocurre en el contexto actual del consumo ilegal de la Kamagra. “No se pueda usar sin el diagnóstico médico y sin la correspondiente receta que establece la cantidad de dosis y pauta de uso vigilada por el médico”, reitera.
Lo más inquietante del asunto es que los jóvenes –entre los 17 y los 30 años- suelen hacerse con esta droga para contrarrestar los efectos adversos que les genera el alcohol. Temerosos de no ‘dar la talla’ tras una noche de bebida y desenfreno, la Kamagra les ofrece la oportunidad de sostener un erección por varias horas a un módico precio. Lo que no tienen en cuenta las personas que han adoptado este hábito es que “el consumo de alcohol siempre estaría contraindicado con estos medicamentos”, apunta el responsable en CGCOF.
En caso de una disfunción eréctil, la única vía recomendada es “acudir a la consulta con el profesional médico, antes de automedicarse”
De esta manera, el divulgador científico Consejo General de Colegios Farmacéuticos llama a desterrar esta peligrosa moda de nuestro país, que finalmente puede llevar a unas consecuencias nada placenteras. Las personas, especialmente las jóvenes, deben evitar este tipo de fármacos “que para nada saben lo que llevan”. En caso de una disfunción eréctil, la única vía recomendada es “acudir a la consulta con el profesional médico, antes de automedicarse”, concluye.