El aumento de las infecciones de transmisión sexual (ITS) está siendo una de las mayores preocupaciones de los expertos en la actualidad. "Las lagunas en la evidencia y en las herramientas disponibles han obstaculizado durante mucho tiempo los programas y políticas de ITS, en particular en entornos con recursos limitados", explica The Lancet.
No en vano, cada día se contraen más de un millón de ITS en el mundo. En 2020, se estima que se produjeron 374 millones de infecciones de sífilis, clamidia, gonorrea y tricomoniasis. Además, con estas afecciones se debe tener en cuenta no sólo los síntomas genitales, sino las consecuencias que pueden tener para la salud sexual y reproductiva, como cáncer de cuello uterino, infertilidad, mayor vulnerabilidad al VIH, complicaciones en el embarazo, infecciones congénitas...
Es por ello que, desde la OMS se inció un proceso de investigación para determinar qué necesidades se tienen con respecto a estas cuestiones y qué políticas sanitarias se pueden llevar a cabo. La entidad se centra en cuatro áreas principales: diagnóstico, prevención, gestión y prevalencia.
En cuanto al diagnóstico, se pone de manifiesto la necesidad de desarrollar pruebas rápidas y que tengan un coste bajo
En cuanto al diagnóstico, se pone de manifiesto la necesidad de desarrollar pruebas rápidas y que tengan un coste bajo, de manera que los países con menores recursos puedan aplicarlas. Por ejemplo, se necesitarían pruebas de diagnóstico duales de gonorrea y tricomoniasis.
También se recomiendan pruebas para determinar si la sífilis está activa, latente o ya se ha padecido. Asimismo, se piden pruebas sobre resistencia a los antibióticos o desarrollar pruebas de automuestreo para que los pacientes se las puedan realizar de manera autónoma. Finalmente, se recomienda diseñar herramientas mejoradas para diagnosticar la enfermedad inflamatoria pélvica.
Por el lado de la prevención se recomienda diseñar métodos de prevención polivalentes que prevengan a la vez las ITS y el embarazo. Además, se pide desarrollar vacunas contra la gonorrea o el virus del herpes simple. También se pone de manifiesto la necesidad de implementar estrategias de comunicación para aumentar la concientización, la prevención y la participación de la población.
Se pide desarrollar vacunas contra la gonorrea o el virus del herpes simple
Dentro del ámbito de la gestión de las infecciones también se posiciona como una opción el desarrollo de nuevas terapias para la gonorrea, así como identificar alternativas orales a la penicilina benzatínica para el tratamiento de la sífilis durante el embarazo.
En este sentido, diseñar y evaluar estrategias para reducir el estigma y las consecuencias psicosociales adversas asociadas con los diagnósticos de ITS también es una de las grandes prioridades que la OMS ha puesto sobre la mesa.
Finalmente, en cuanto al control de la prevalencia, se pide evaluar la resistencia a los antimicrobianos de las ITS, así como los efectos en la calidad de vida, la ponderación de la discapacidad y los costes sociales asociados con las ITS en quienes las padecen.