Mañana, día 21 de septiembre, es el día mundial del Alzheimer, principal causa de demencia en el mundo y que hasta día de hoy, no tiene un tratamiento preventivo o curativo. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 55 millones de personas (el 8,1% de las mujeres y el 5,4% de los hombres mayores de 65 años) viven con demencia, y se calcula que esta cifra aumentará a 78 millones en 2030 y a 139 millones para 2050. Aproximadamente entre el 60% y el 70% de los casos de demencia se deben a la enfermedad de Alzheimer.
El Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA, del Hospital Clínico de València, y la Universitat de València (UV) están desarrollando una investigación para demostrar si existe una pérdida de la conectividad en el hipocampo (una estructura cerebral compleja, que se compone de varias regiones, y desempeña un papel crucial en la memoria y el aprendizaje) en la enfermedad de Alzheimer de forma temprana. Para ello, los investigadores están analizando si las fibras nerviosas que conectan el hipocampo izquierdo y derecho (la comisura del hipocampo) están dañadas y esto tiene alguna repercusión funcional.
"el actual estudio podría aportar un nuevo enfoque para la búsqueda de tratamientos que se centraran en otro proceso como es la pérdida de mielina”
“Hasta ahora las terapias se han enfocado en eliminar las sustancias tóxicas que se acumulan en el cerebro de los pacientes o en la neurodegeneración, por lo que el actual estudio podría aportar un nuevo enfoque para la búsqueda de tratamientos que se centraran en otro proceso como es la pérdida de mielina”, explica quien lidera esta investigación, la Dra. Ana Lloret, investigadora del Grupo de Investigación en Envejecimiento y Ejercicio Físico de INCLIVA y CIBERFES (Centro de Investigación Biomédica en Red de Fragilidad y Envejecimiento Saludable), del Instituto de Salud Carlos III, del Ministerio de Ciencia e Innovación, y catedrática de Fisiología de la Facultad de Medicina de la UV.
Tras los ensayos se han podido ver por resonancia magnética imágenes compatibles con una pérdida de mielina, (sustancia que recubre las fibras nerviosas, que, cuando se daña o destruye impide la comunicación adecuada entre las neuronas) en la comisura del hipocampo, y alteraciones en el electroencefalograma en los pacientes que han participado hasta ahora en el estudio.
Para la investigación se han utilizado dos modelos. Por un lado, se han realizado experimentos en ratones transgénicos que desarrollan la enfermedad de Alzheimer y, por otro, han trabajado con pacientes con deterioro cognitivo leve y con enfermedad de Alzheimer del Hospital Clínico de València, así como controles sin demencia. A cada individuo se le ha realizado una resonancia magnética y luego un electroencefalograma en la Clínica Ascires. Los experimentos en ratones los han llevado a cabo las doctorandas Artemis Ftara y Rut Campos bajo la dirección las doctoras Ana Lloret y Ana Cervera.
Hasta el momento, se ha comprobado que los ratones presentan una pérdida de mielina a nivel de la comisura del hipocampo. En los pacientes se han obtenido igualmente resultados similares, compatibles con la pérdida de mielina en esta zona. Además, los resultados de electroencefalografía muestran que tanto los pacientes con deterioro cognitivo leve como con enfermedad de Alzheimer presentan una pérdida de coherencia entre el hemisferio derecho e izquierdo comparando con los pacientes control sin demencia.
La falta de respuestas en cuánto a los orígenes de la enfermedad complica la búsqueda de tratamientos efectivos, por lo que estos avances son cruciales para la búsqueda de hipótesis de posibles mecanismos que estén implicados en el comienzo de la misma.