Un equipo de especialistas liderado por el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT), en colaboración con el Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz (IIS-FJD) y la Clínica Universidad de Navarra (CUN), ha desarrollado un nuevo tipo de células CAR-T para el tratamiento de cánceres hematológicos. Esta innovadora terapia se basa en el uso de vectores no virales y está dirigida a combatir linfomas y leucemias de linfocitos B.
El desarrollo de esta estrategia ha sido posible gracias a la colaboración entre distintos centros de investigación biomédica. Por un lado, han trabajado conjuntamente el CIEMAT, el Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Raras (CIBERER) y el IIS-FJD. Por otro lado, han participado la CUN, su Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA), el Instituto de Investigación Sanitaria de Navarra (IdiSNA) y el Centro de Investigación Biomédica en Red de Cáncer (CIBERONC).
"El componente innovador radica en que hemos empleado un sistema de transposones para introducir el CAR dentro de las células T, en lugar de vectores virales"
Las células CAR-T generadas emplean un sistema de vectores no virales que incluye el transposón terapéutico "Sleeping Beauty" y una "transposasa", molécula que facilita la integración del transposón en el ADN de los linfocitos T del paciente. Según el Dr. Felipe Prósper, director del Área de Terapia Celular de la CUN, “el componente innovador radica en que hemos empleado un sistema de transposones para introducir el CAR dentro de las células T, en lugar de vectores virales”. Además, destaca que “si logramos confirmar la eficacia antitumoral de estas células CAR-T en pacientes, podríamos estar hablando de numerosas ventajas en términos de costes, seguridad y facilidad de producción”.
El proceso de generación de estas células CAR-T implica la extracción de linfocitos T del paciente, que luego se someten a un proceso de "electropermeabilización" para insertar el complejo terapéutico transposón/transposasa. Este método elimina la necesidad de usar vectores virales, cuyo coste es entre cinco y diez veces mayor. En este sentido, el Dr. Juan Bueren, director de la Unidad de Innovación Biomédica del consorcio coordinado por CIEMAT, señala: “No podemos olvidar que en la actualidad una de las limitaciones de la terapia génica radica en su muy elevado coste”. Añade que “de ahí que propusiéramos el inicio de un nuevo proyecto, cuya eficacia y seguridad en modelos preclínicos se acaban de publicar en la revista Molecular Therapy Methods and Clinical Developments”.
“No podemos olvidar que en la actualidad una de las limitaciones de la terapia génica radica en su muy elevado coste”
El proceso de fabricación de estas células CAR-T se ha llevado a cabo en las Salas Blancas del CIMA y del CIEMAT, cumpliendo con los estándares de calidad exigidos para su uso en pacientes. Los ensayos en modelos experimentales han demostrado que su eficacia y seguridad es comparable a la de los tratamientos que utilizan vectores virales, pero con un coste significativamente menor.
Como resultado de estos avances, la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) ha autorizado un ensayo clínico pionero para tratar pacientes con linfomas de tipo B. Este ensayo clínico cuenta con la participación del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, que colabora en la criopreservación de los productos finales y en el desarrollo del proyecto.
El estudio clínico ha sido posible gracias a una subvención del programa de Investigación Clínica Independiente del Instituto de Salud Carlos III y está promovido por el Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL). El Dr. Fermín Sánchez-Guijo, jefe del Servicio del Hospital Clínico de Salamanca, explica: “El objetivo inicial del ensayo clínico es el de demostrar la seguridad del tratamiento, si bien confiamos mostrar evidencias iniciales de eficacia antitumoral”.