Investigadores del Mount Sinai, en Estados Unidos, han logrado documentar lo que hasta ahora era una hipótesis: la relación entre determinadas sustancias per- y polifluoroalquiladas (PFAS) y un mayor riesgo de cáncer de tiroides. Las conclusiones de este estudio se han publicado en la revista 'eBioMedicine'.
Los PFAS, también conocidas como "sustancias químicas para siempre", son un grupo amplio y complejo de sustancias químicas sintéticas que pueden migrar al suelo, el agua y el aire. Debido a su fuerte enlace carbono-flúor, estas sustancias químicas no se degradan fácilmente en el medio ambiente. Se utilizan en productos de consumo de todo el mundo desde la década de 1940, como los utensilios de cocina antiadherentes, la ropa hidrófuga, los tejidos resistentes a las manchas y otros productos resistentes a la grasa, el agua y el aceite.
Múltiples instituciones nacionales e internacionales, entre ellas el Parlamento Europeo y la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos (EPA), han declarado que la exposición a los PFAS es una crisis sanitaria. Este estudio respalda las acciones necesarias para regular y eliminar estas sustancias químicas de las posibles vías de exposición. Aunque la exposición a PFAS se ha identificado como un posible factor contribuyente a los recientes aumentos de cáncer de tiroides, son limitados los estudios que han investigado la asociación entre la exposición a PFAS y el cáncer de tiroides en poblaciones humanas.
“El riesgo de cáncer de tiroides por exposición a PFAS es una preocupación global dada la prevalencia de la exposición a PFAS en nuestro mundo”
"Con el aumento sustancial del cáncer de tiroides en todo el mundo en las últimas décadas, quisimos profundizar en los posibles factores ambientales que podrían ser la causa de este aumento. Esto nos llevó a la conclusión de que los PFAS, 'sustancias químicas para siempre', pueden explicar, al menos en parte, el aumento del cáncer de tiroides y son un área que debemos seguir estudiando", apunta la coautora Maaike van Gerwen, Profesora Adjunta y Directora de Investigación del Departamento de Otorrinolaringología - Cirugía de Cabeza y Cuello, de la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai.
"El riesgo de cáncer de tiroides por exposición a PFAS es una preocupación global dada la prevalencia de la exposición a PFAS en nuestro mundo. Este estudio proporciona evidencia crítica para apoyar estudios a gran escala que exploren más a fondo el efecto de la exposición a PFAS en la glándula tiroides", apunta van Gerwen.
Los investigadores investigaron las asociaciones entre los niveles plasmáticos de PFAS y el diagnóstico de cáncer de tiroides utilizando BioMe, un biobanco vinculado a registros médicos en el Icahn Mount Sinai. Estudiaron a 88 pacientes de cáncer de tiroides con muestras de plasma recogidas en el momento del diagnóstico de cáncer o antes, y a 88 controles sin cáncer -personas que no desarrollaron ninguna forma de cáncer- que coincidían en sexo, raza/etnia, edad (dentro de los cinco años), índice de masa corporal, hábito de fumar y año de recogida de las muestras.
“Los resultados de este estudio confirman una vez más la crisis sanitaria provocada por los PFAS”
Midieron los niveles de ocho PFAS en muestras de sangre de los participantes en BioMe mediante metabolómica no dirigida. Los niveles de PFAS individuales se compararon entre el grupo de participantes que desarrollaron cáncer de tiroides y el grupo de participantes sanos, utilizando diferentes modelos estadísticos para estimar la precisión.
Los resultados mostraron que la exposición al ácido perfluorooctanesulfónico (n-PFOS, un grupo de sustancias químicas bajo el paraguas de los PFAS) conllevaba un aumento del 56 por ciento del riesgo de diagnóstico de cáncer de tiroides. Además, los investigadores volvieron a realizar el análisis en un subgrupo de 31 pacientes que habían transcurrido al menos un año entre su inscripción en BioMe y el diagnóstico de cáncer de tiroides, para tener en cuenta el lapso de tiempo entre la exposición a las sustancias químicas PFAS y el desarrollo de la enfermedad.
En este segundo análisis, también se observó una asociación positiva entre la exposición a n-PFOS y el riesgo de cáncer de tiroides, así como una asociación positiva con otras sustancias químicas PFAS, como el ácido perfluorooctanesulfónico ramificado, el ácido perfluorononanoico, el ácido perfluorooctilfosfónico y el ácido perfluorohexanosulfónico lineal.
"Los resultados de este estudio confirman una vez más la crisis sanitaria provocada por los PFAS y subrayan la necesidad de reducir, y ojalá algún día eliminar, la exposición a los PFAS", alerta la coautora del estudio, la Dra. Lauren Petrick, Profesora Asociada de Medicina Ambiental y Salud Pública del Icahn Mount Sinai. "Hoy en día, es casi imposible evitar los PFAS en nuestras actividades diarias. Esperamos que estos hallazgos conciencien sobre la gravedad de estas sustancias químicas para siempre. Todo el mundo debería hablar de su exposición a los PFAS con su médico tratante para determinar su riesgo y someterse a pruebas de detección si procede. Además, necesitamos cambios continuos en la industria para eliminar por completo los PFAS", concluye.